25 de mayo de 2025 | 4:50

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Arganda del Rey, sacudida por la crueldad: el perro hallado con bloques de hormigón reabre la herida del maltrato animal

corrupción Guardia Civil

RedacciónBH

25 de mayo de 2025 | 11:23 am

Atado, hundido y asesinado: el crimen que conmociona a Arganda del Rey

Cadena al cuello, bloques de hormigón como sentencia. Así fue hallado un perro en la laguna de Las Esperillas, en Arganda del Rey. Su cuerpo emergió de las aguas como un grito silenciado por el peso de la crueldad. No fue un accidente, ni un abandono: fue un asesinato meticuloso. Y ahora, la justicia ha comenzado a dar nombres.

Un hombre de 53 años ha sido detenido como autor material del crimen. Una mujer de 46 años está siendo investigada por su implicación. Ambos, según ha informado la Guardia Civil, habrían participado en uno de los actos de maltrato animal más escalofriantes que se recuerdan en la Comunidad de Madrid. La investigación ha sido desarrollada por el SEPRONA de Rivas Vaciamadrid, después de que un pescador diera la voz de alarma al hallar el cuerpo sin vida del can en el fondo de la laguna.

Una ejecución en pleno parque natural

El crimen ocurrió en el Parque Regional del Sureste, un espacio protegido donde conviven fauna, flora y vecinos que jamás imaginaron que entre sus aguas se ocultaría una escena digna de novela negra. El perro fue lanzado al agua con cadenas y dos bloques de hormigón, una técnica que evoca lo peor del crimen organizado… solo que aquí, la víctima no tenía voz, ni defensa, ni nombre público.

Los bomberos recuperaron el cuerpo. Lo sacaron del agua con el mismo cuidado que se extrae un recuerdo doloroso. La escena no dejaba lugar a dudas: el ahogamiento fue premeditado.

Más que un crimen: una alarma moral

La noticia ha encendido redes, colectivos y conciencias. Porque no se trata solo de un perro, ni de una anécdota trágica. Se trata del reflejo de una violencia que se esconde en los márgenes de la sociedad, donde algunos siguen creyendo que la vida de un animal vale menos, o no vale nada.

Los delitos de maltrato animal están tipificados en el Código Penal, con penas que pueden alcanzar hasta los 18 meses de prisión, y que se agravan en casos de ensañamiento o muerte. Pero el castigo legal rara vez alcanza la indignación que estos actos provocan. Lo que ocurrió en Arganda no solo merece juicio: merece memoria, debate y acción.

¿Y ahora qué?

El hombre detenido deberá responder ante la justicia. La mujer investigada, también. Pero más allá del proceso judicial, este caso reabre una pregunta incómoda: ¿cómo sigue ocurriendo esto en pleno 2025? ¿Qué mecanismos fallan para que una persona considere “solución” hundir con bloques de hormigón a un ser vivo?

Porque en el fondo, lo que emerge del agua no es solo un cuerpo. Es un síntoma. Y si no se toman medidas —más vigilancia, más educación, más leyes con dientes—, seguirá habiendo más lagunas con secretos.

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