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Bullying en la era digital: el desafío oculto de la educación moderna

Miguel Castillo

20 de mayo de 2023 | 10:00 am

En los confines del aula, en cada banco escolar, yace una realidad preocupante: uno de cada cuatro estudiantes percibe que un compañero de clase sufre acoso escolar. Estos datos, proporcionados por el Consejo General de la Psicología de España, revelan una realidad cada vez más incómoda.

La nueva cara del acoso: los insultos, los apodos y las burlas

Aunque la pandemia de COVID-19 ha visto disminuir las agresiones físicas, las formas de acoso escolar han tomado formas más sutiles y, a menudo, más dañinas. Ahora son frecuentes los insultos, los apodos y las burlas, y en un 72% de los casos, dichas agresiones se llevan a cabo entre varias personas.

El doble filo de las redes sociales

Las redes sociales, omnipresentes en la vida de los jóvenes de hoy, desempeñan un papel alarmante al dar mayor voz a la violencia no física. En este teatro digital, las palabras se convierten en armas dirigidas al más débil.

La agresividad: un legado evolutivo

Mirando a través del lente de la Ilustración, nos encontramos con las teorías opuestas de Hobbes y Rousseau sobre la naturaleza humana. Sin embargo, en el presente, reconocemos que la agresividad tiene raíces evolutivas profundas y ha sido una estrategia adaptativa para sobrevivir a ambientes hostiles y peligrosos.

Superando la simplificación del bien y el mal

Es vital evitar la simplificación del fenómeno del bullying en términos de «buenos» y «malos». Esta simplificación es un mecanismo inmaduro para lidiar con las angustias de la vida. En cambio, la realidad es más compleja: hay niños más agresivos, otros que muestran su agresividad solo en algunas ocasiones, y algunos que nunca recurren a la agresividad.

Familia y escuela: actores cruciales en la prevención del acoso escolar

La solución al bullying no es tan compleja si las familias asumen la responsabilidad de la educación de sus hijos. Actualmente, ni la familia ni la escuela tienen el poder suficiente para moderar o regular las emociones de los jóvenes. Es en las interacciones dentro de la familia donde se internalizan los valores que permiten al individuo regular emociones agresivas o dependientes.

La agresividad y la vulnerabilidad: dos extremos de un espectro

Los roles de acosador y acosado representan dos posiciones extremas en el mismo continuo. Por un lado, tenemos a los jóvenes con rasgos narcisistas, prepotentes y arrogantes, pero en el fondo muy inseguros. Del otro lado, tenemos a los jóvenes con características antisociales, sin sentimientos de culpa, pasivo-parasitarios, mentirosos y manipuladores.

Reconociendo y regulando las emociones

La detección temprana del bullying requiere que las familias estén atentas al desarrollo de la personalidad e identidad de sus hijos. En el desarrollo normal de la personalidad, los jóvenes aprenden a reconocer la mezcla de afectos amorosos y agresivos en uno mismo y en los demás. La familia debe ser el lugar «contenedor» de los afectos, tanto para moderarlos como para aumentar la capacidad de sobreponerse a ellos sin victimizar a los jóvenes. La educación emocional es un pilar fundamental para prevenir y combatir el acoso escolar.

El bullying no es un problema sin solución. Requiere una mirada consciente y proactiva de las familias y las instituciones educativas. Solo a través de la educación emocional, podemos esperar erradicar este problema persistente y perjudicial de nuestros sistemas educativos.

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