Centristas de Galicia puede romper el bastión del PP

La reciente dimisión de Manuel Baltar ha sacudido los cimientos del Partido Popular en Ourense, dejando tras de sí un panorama político lleno de incertidumbre y expectación. Este acontecimiento no es simplemente una renuncia más; es un punto de inflexión que podría redefinir el futuro del partido en la región.

Una Dimisión que Resuena

Manuel Baltar, hasta hace poco líder indiscutible del PP de Ourense, ha decidido poner fin a su mandato, generando un auténtico terremoto político tanto a nivel provincial como autonómico. Su renuncia, presentada por escrito, será confirmada en una reunión interna del partido, a la que asistirá Alfonso Rueda, presidente de la Xunta y del PPdeG.

Se espera que Luis Menor, actual presidente de la Deputación de Ourense, tome las riendas del partido de forma interina. Sin embargo, este movimiento no garantiza la unidad dentro del PP ourensano. Las fuentes internas hablan de una división palpable, una brecha entre los oficialistas y los ‘baltaristas’, en un momento crítico, justo antes de unas elecciones autonómicas.

¿Qué Sigue para el PP de Ourense?

Los seguidores de Baltar ya están expresando su descontento. Frases como “ahora nada me une al PP” o “voy a seguir a Baltar hasta el final” resuenan en los pasillos del partido. En este escenario, la figura de José Luis Baltar, padre de Manuel y figura clave en la política ourensana, cobra especial relevancia. Su influencia podría ser determinante para el futuro del PP en la región.

Algunos alcaldes y miembros afines a Baltar están considerando la posibilidad de resucitar Centristas de Galicia, una jugada que el PPdeG querrá evitar a toda costa. Esta formación se integró en Alianza Popular en 1991, y desde entonces, ha habido un esfuerzo constante por mantener la armonía dentro del partido. Sin embargo, con la salida de Baltar y la posible llegada de Luis Menor, el mapa político de Ourense podría experimentar un cambio radical.

El Declive de Baltar

La provincia de Ourense siempre ha sido un feudo del PP, pero diversas controversias han manchado la reputación de Baltar. A pesar de contar con un apoyo considerable dentro del partido, las tensiones internas han ido en aumento, especialmente tras los resultados electorales del 28 de mayo, cuando el PP no logró asegurar una mayoría absoluta en Ourense.

La pérdida de la hegemonía popular en la región comenzó a vislumbrarse en 2019, cuando el PP tuvo que pactar con Democracia Ourensana para mantener la presidencia provincial. Ahora, con la renuncia de Baltar, Democracia Ourensana podría capitalizar esta situación y ganar terreno.

Conclusión

La dimisión de Manuel Baltar no es solo el final de una era; es el comienzo de un nuevo capítulo en la política ourensana. La división dentro del PP, la incertidumbre sobre el futuro y la posibilidad de un cambio radical en el panorama político son los ingredientes de un cóctel explosivo. Lo que está claro es que los próximos meses serán cruciales para entender hacia dónde se dirige el PP de Ourense y, por extensión, el futuro político de la región.