21 de septiembre de 2024 | 11:39

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Ciudadanos alemanes viven con miedo debido a que el gobierno no quiere deportar a un islamista peligroso

Jesús Carames

21 de septiembre de 2024 | 8:04 pm

Una situación alarmante en Tirschenreuth

En un reciente reportaje sobre la localidad de Tirschenreuth en Baviera, la Radio Bávara expuso la situación de peligro en la que se encuentran los ciudadanos, que se sienten abandonados por las autoridades políticas. Los habitantes de esta pequeña ciudad deben convivir con un islamista considerado altamente peligroso, debido a que el gobierno regional de la CSU ha decidido no deportarlo.

Un islamista que infunde temor

Desde que el sirio Abdulhadi B., con antecedentes penales por delitos graves, fue reubicado en Tirschenreuth, una ciudad de 8.000 habitantes, el miedo ha invadido a la población. B. está catalogado como un individuo de alto riesgo y, aunque tiene que llevar una pulsera electrónica y está sometido a estrictas condiciones, como la prohibición de salir de la ciudad y de utilizar Internet, los ciudadanos temen por su seguridad.

Los habitantes desean con urgencia que este extranjero de 36 años abandone su ciudad para siempre, y consideran que lo más adecuado sería deportarlo a su país de origen. Sin embargo, el gobierno regional ha impedido hasta ahora su deportación, argumentando que no se puede repatriar a personas a Siria, un país considerado inseguro por su guerra civil.

Los ciudadanos exigen la deportación

A pesar de las restricciones impuestas, muchos ciudadanos creen que estas medidas no son suficientes. Una vecina manifestó su preocupación por el hecho de que Abdulhadi B. se reúne con otros extranjeros en la ciudad y podría influir en ellos. «Es aterrador que alguien así pueda estar aquí», comentó. Otros ciudadanos, entrevistados por el medio, coincidieron en que lo único que debe hacerse es deportarlo. Sin embargo, la justificación del gobierno de que Siria es demasiado peligrosa para deportaciones ha sido calificada por muchos como una excusa. De hecho, en julio de este año, el Tribunal Administrativo Superior de Münster determinó que en algunas regiones de Siria las deportaciones son posibles.

Un historial delictivo que alarma

Abdulhadi B. es considerado una bomba de tiempo, capaz de causar daño en cualquier momento. En agosto de 2018, fue condenado a cinco años y tres meses de prisión por reclutar apoyos para la organización terrorista Estado Islámico (ISIS), incitar al homicidio y cometer lesiones físicas. A pesar de su historial, sigue libre.

Según la acusación, el islamista pidió a través de mensajes en línea a dos hombres en Siria que realizaran un atentado suicida y un ataque con explosivos en nombre del ISIS. Incluso trató de convertir a su propio hijo en un niño soldado para la organización terrorista. Sin embargo, una vez más, las autoridades parecen más preocupadas por el bienestar de los criminales extranjeros que por la seguridad de sus propios ciudadanos.

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