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Cuando la gente pierde la esperanza vota al fascismo

María José Gonzalez

29 de mayo de 2023 | 3:01 pm

Ken Loach, el eterno defensor de la clase obrera y luchador incansable contra las injusticias del sistema, se despide de la gran pantalla. Su último trabajo, The old oak, exhibido en el Festival de Cannes, es un hermoso broche final para su carrera cinematográfica. Esta despedida, sin embargo, no está teñida de amargura o desesperanza, sino que trae consigo un hilo de optimismo progresista, una luz en la oscuridad.

The old oak, un reflejo de la humanidad

La película se centra en un pequeño pueblo de Durham, cuya vida cambia con la llegada de refugiados sirios. El único bar del lugar, The old oak, se convierte en escenario de enfrentamiento y superación de prejuicios. Loach, una vez más, traza paralelismos entre diferentes crisis: la de los mineros del pueblo y la de los refugiados. «Somos iguales, tenemos los mismos problemas», parece decir la película.

De la desesperanza al optimismo: Un viaje necesario

El director británico destaca que el optimismo es progresista, mientras que la desesperanza genera monstruos. Este mensaje es especialmente importante en la actualidad, donde la falta de esperanza puede impulsar a la gente a respaldar movimientos extremistas o fascistas.

Ken Loach subraya que la clave para superar este problema es dar esperanza y soluciones a la clase obrera. Según él, la ira que alberga esta clase es lo que conduce a respuestas extremas. Para Loach, es esencial transmitir un mensaje de fuerza, solidaridad y cambio.

Ken Loach y su incansable lucha contra el sistema

El cineasta no se muerde la lengua al criticar las grandes corporaciones que, según él, están destruyendo el planeta y reduciendo los salarios. Esta es una lucha que Loach ha llevado a lo largo de su carrera, siempre poniendo el foco en aquellos que otros prefieren ignorar.

Sin embargo, Loach mantiene su optimismo al ver signos de cambio y de creciente determinación para luchar contra el status quo. Aunque estos signos no estén en los radares de los medios de comunicación, están ahí, y representan la esperanza de que otro mundo es posible.

Un sistema que genera pobreza y la esperanza como arma de cambio

Para Ken Loach, el sistema existente genera pobreza porque su principal objetivo es el lucro. Para combatir esto, es necesario transferir el poder a la clase trabajadora y alejarlo de las grandes corporaciones.

Su mensaje para la juventud es claro: la esperanza es tener un trabajo fijo y un sueldo que permita una vida digna. Este cambio sólo será posible si no se les explota y si cuentan con un gobierno que actúa con generosidad.

Un adiós agridulce a Ken Loach

El retiro de Ken Loach deja un vacío en el mundo del cine. Siempre ha sido una voz constante y necesaria en la lucha de clases, atreviéndose a señalar a los poderosos a través de sus películas. Sin embargo, aunque sus películas dejarán de producirse, su mensaje de esperanza, solidaridad y cambio perdurará.

La despedida de Loach no sólo nos deja con una última joya cinematográfica, sino también con una lección: la esperanza es una cuestión política y es esencial para imaginar un mundo mejor. Su lucha y su visión seguirán resonando en su ausencia, recordándonos que otro mundo es posible si tenemos la esperanza y la determinación para luchar por él.

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