6 de octubre de 2024 | 8:55

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El nuevo Frente Popular revoluciona el mapa político en Francia

Jesús Carames

8 de julio de 2024 | 7:29 am

Victoria de la izquierda y derrota de la extrema derecha

El Nuevo Frente Popular (NFP) ha logrado una contundente victoria en la segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia, obteniendo 182 escaños en la Asamblea Nacional. Por su parte, el partido de Emmanuel Macron ha conseguido 168 escaños, mientras que la Agrupación Nacional de Marine Le Pen ha quedado en tercer lugar con 143 escaños. Este resultado deja a la Asamblea Nacional muy dividida y sin mayorías claras.

La fragmentación de la Asamblea Nacional

La nueva configuración política en Francia es compleja. La coalición de izquierda NFP, que incluye a socialistas, comunistas, ecologistas y La Francia Insumisa (LFI), se ha consolidado como la principal fuerza en el Parlamento con 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda. Esta victoria representa un freno significativo al avance de la extrema derecha liderada por Marine Le Pen, quien se esperaba que tuviera un desempeño mucho mejor según los pronósticos iniciales.

El bloque macronista ha sufrido una pérdida considerable de escaños, pasando de 250 a 168, aunque la caída ha sido menos drástica de lo previsto tras la primera vuelta. Por otro lado, la Agrupación Nacional, a pesar de haber conseguido un resultado histórico con 143 escaños, no ha logrado el impacto esperado y ha quedado relegada a un papel secundario en el nuevo panorama político.

Reacciones y consecuencias políticas

La alta participación, alrededor del 67 %, muestra que los ciudadanos franceses se movilizaron en masa para frenar el ascenso de la ultraderecha. Con una Asamblea Nacional tan fragmentada, la mayoría absoluta de 289 escaños parece inalcanzable sin pactos, que actualmente se presentan como improbables debido al veto de los macronistas y los conservadores al partido de Mélenchon (Francia Insumisa).

Jean-Luc Mélenchon, líder de la izquierda, ha sido rápido en reaccionar, exigiendo a Macron que acepte la derrota y permita al NFP formar gobierno. Por su parte, Emmanuel Macron ha indicado que esperará a la estructuración de la nueva Asamblea Nacional para tomar las decisiones necesarias, velando por el respeto a la decisión soberana de los franceses.

El primer ministro Gabriel Attal ha confirmado que presentará su dimisión, pero ha mostrado disposición para dirigir el Ejecutivo de forma provisional ante el bloqueo parlamentario. Marine Le Pen, a pesar de la derrota, ha resaltado que su partido ha duplicado sus apoyos, sentando las bases para una futura victoria. Mientras tanto, Eric Ciotti, líder de Los Republicanos (LR), ha criticado la «alianza de la vergüenza» que ha dado el poder a la extrema izquierda.

Un parlamento difícil de gobernar

El nuevo mapa político en Francia abre un periodo de incertidumbre. Sin una mayoría clara, la gobernabilidad se presenta complicada, y los próximos movimientos de los principales actores políticos serán cruciales para definir el futuro del país. La victoria del NFP marca un cambio significativo en la política francesa, pero también plantea retos importantes en términos de estabilidad y cohesión gubernamental.

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