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El Papa advierte de demasiada presencia homosexual de seminaristas

Obispos españoles tragan con los gays por orden del Papa

Jesús Carames

28 de mayo de 2024 | 7:13 am

El Papa Francisco sorprende a los obispos con su negativa a permitir el acceso de homosexuales a los seminarios, citando la existencia de «mariconeo» en estos espacios

Recientemente, los medios italianos han reportado una declaración sorprendente del Papa Francisco durante una reunión privada con más de 200 obispos. Según Repubblica, el Papa indicó que no permitirá el acceso de homosexuales a los seminarios, argumentando que ya había mucho «mariconeo» dentro. Esta afirmación ha dejado perplejos a muchos de los presentes, considerando la usualmente más inclusiva postura del pontífice.

Durante la reunión, un obispo preguntó al Papa qué hacer cuando un candidato abiertamente homosexual se presenta en el seminario. Francisco, quien ya había expresado opiniones similares en otras ocasiones, reafirmó la necesidad de establecer límites para evitar que personas homosexuales, quienes podrían llevar una doble vida, ingresen al sacerdocio. Fue en este contexto que utilizó la palabra «frocciagine», un término despectivo hacia la comunidad homosexual, lo que generó controversia.

La expresión despectiva del Papa y su aparente contradicción con sus declaraciones anteriores sobre la homosexualidad

El uso de la palabra «frocciagine» por parte del Papa durante la asamblea de primavera de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) el pasado 20 de mayo resulta chocante. Esto es especialmente notable dado que Francisco ha mostrado anteriormente una postura más abierta hacia los homosexuales, incluso aprobando la bendición a parejas homosexuales sin equipararlas al matrimonio. En una ocasión memorable, Francisco se preguntó: «¿Quién soy yo para juzgarles?», lo que había sido visto como un gesto de inclusión y aceptación.

Sin embargo, esta reciente declaración del Papa parece alinearse con las posturas de sus predecesores respecto a la homosexualidad en los seminarios. El Dicasterio del Clero, bajo el papado de Benedicto XVI en 2005 y confirmado en 2016 bajo Francisco, estableció que «la Iglesia, aunque respete profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el Seminario y en las Órdenes sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la llamada cultura gay».

La reacción de los obispos y la implicación para la Iglesia Católica

La reacción de los obispos ante las palabras del Papa ha sido de sorpresa y preocupación. Muchos consideran que esta postura puede ser vista como una regresión respecto a los avances en inclusión y respeto hacia la comunidad LGBTQ+ dentro de la Iglesia Católica. Esta declaración podría tener implicaciones significativas en la percepción pública de la Iglesia y en su relación con los fieles homosexuales.

Además, la decisión de Francisco de mantener esta línea dura con respecto a la admisión de homosexuales en los seminarios plantea preguntas sobre la coherencia de las políticas eclesiásticas y su evolución. Aunque el Papa ha mostrado compasión y comprensión en temas relacionados con la homosexualidad, su reciente declaración refuerza una política de exclusión en los seminarios, lo que podría ser visto como contradictorio.

Un debate continuo sobre la inclusión y la tradición en la Iglesia

El debate sobre la inclusión de homosexuales en los seminarios refleja una tensión continua entre la tradición y la evolución dentro de la Iglesia Católica. La declaración del Papa Francisco subraya los desafíos que enfrenta la Iglesia al intentar balancear su doctrina con un mundo en constante cambio. Aunque Francisco ha sido aclamado por su enfoque progresista en varios temas, sus recientes comentarios muestran que la cuestión de la homosexualidad en el clero sigue siendo un tema delicado y divisivo.

En definitiva, esta controversia pone de manifiesto la necesidad de una reflexión profunda y continua dentro de la Iglesia sobre cómo puede reconciliar sus enseñanzas tradicionales con los principios de inclusión y respeto hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual.

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