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El PNV consigue que no paguemos el nuevo velero de Felipe VI

Mairenis Gómez

4 de septiembre de 2023 | 7:15 pm

La Armada Española detiene el proceso de compra del conocido barco de regatas ante la presión parlamentaria. El escenario se complica cuando la inversión, ya de por sí controvertida, se ve envuelta en un manto de críticas y dudas.

El ‘Aifos’ y su historia

La historia del velero ‘Aifos’ se remonta a años atrás. Este emblemático barco, con más de dos décadas en el mar, ha sido el testigo de competencias náuticas donde el protagonista, en muchas ocasiones, ha sido el propio Rey de España. Sin embargo, los tiempos cambian y la necesidad de renovar y mejorar las herramientas se hace presente en cualquier disciplina. En este caso, la náutica no es la excepción.

El proceso de licitación

El 12 de agosto se abrió oficialmente el proceso para renovar este símbolo de la náutica española, con una inversión inicial de 1,5 millones de euros más IVA, sumando un total de 1,8 millones de euros. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando el Ministerio de Defensa decidió suspender el proceso. El argumento ofrecido fue la existencia de «cuestiones técnicas», una explicación que dejó más preguntas que respuestas.

La presión política

El mismo día que se paraliza el proceso de compra, el grupo parlamentario del PNV cuestiona la inversión, poniendo en tela de juicio la necesidad de tal gasto. La Armada, por su parte, ha defendido durante años la relevancia del ‘Aifos’ en el marco de la renovación de su flota, no solo por ser una embarcación utilizada por la realeza, sino también por su papel en la formación de cadetes y su prestigio en competencias nacionales e internacionales.

Motivos para la renovación

La decisión de renovar no surge de la nada. El ‘Aifos’, con casi dos décadas de historia, ha requerido modificaciones constantes para mantenerse competitivo. Además, los costes de mantenimiento han sido elevados, lo que justifica la búsqueda de una alternativa moderna que pueda competir al más alto nivel sin incurrir en gastos exorbitantes de mantenimiento.

La seguridad es otro de los puntos clave. Las embarcaciones, con el paso del tiempo, sufren un desgaste que puede comprometer la integridad de sus ocupantes. El ‘Aifos’ no es la excepción, y la estructura del barco ha sido sometida a niveles de esfuerzo que pueden resultar peligrosos.

Política y navegación: un mar agitado

No es la primera vez que la política y la navegación chocan en España. Pero lo cierto es que la controversia actual pone de manifiesto las tensiones que pueden surgir cuando se mezclan la gestión pública y las tradiciones nacionales. El PNV ha llevado el tema a la arena política, y ahora queda por ver cómo se resolverá esta situación.

La noticia de la suspensión, ampliamente difundida por medios especializados, ha generado descontento en el sector náutico. Mientras tanto, las autoridades pertinentes aún deben aclarar los verdaderos motivos detrás de esta decisión, que ha coincidido, curiosamente, con el cuestionamiento político del PNV.

En espera de respuestas

De momento, todo son especulaciones. La comunidad náutica, los aficionados y el público en general esperan respuestas claras. Las inversiones en patrimonio nacional, como es el caso del ‘Aifos’, no deben ser tomadas a la ligera. La transparencia y la comunicación efectiva serán cruciales para navegar estos mares turbulentos y llegar a un puerto seguro. Es esencial que, independientemente de la decisión final, se tome en función del bienestar y el progreso del país.

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