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El precio del pollo el próximo como el aceite

Gallinas ponedoras de huevos.

Jeickson Sulbaran

17 de octubre de 2023 | 5:45 pm

La industria avícola enfrenta desafíos sin precedentes tras las estrictas modificaciones propuestas en la legislación de bienestar animal por la Comisión Europea. Este cambio normativo anticipa un impacto económico significativo en los productores, repercutiendo directamente en el aumento los precios al consumidor, principalmente en la carne de pollo, cuyo costo podría triplicarse.

Reacciones y Movilizaciones del Sector Agrícola

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) no ha tardado en manifestar su preocupación. A través de encuentros con autoridades, tanto comunitarias como españolas, han presentado un detallado informe socio-económico, advirtiendo sobre las consecuencias de esta nueva normativa. Se subraya no solo el problema económico que generaría sino también los posibles desafíos en términos de abastecimiento.

Jaume Bernis, voz autorizada de COAG, ha remarcado la disposición del sector hacia la mejora del bienestar animal, pero siempre que estas se basen en evidencias científicas y consideren el impacto socioeconómico.

Efectos Directos en la Avicultura

Los sectores más afectados serán, sin duda, el cunícola, avícola y porcino. Específicamente en la avicultura, se estima que una granja promedio podría reducir su capacidad en más de dos tercios, con una pérdida económica directa para los productores. Estos cambios llevarían a un aumento de precios sin precedentes, en la carne y pollo castigando el bolsillo del consumidor final.

Eloy Ureña, representante de COAG, indica que la relación entre el bienestar animal y la densidad de cría no es lineal. Menor densidad no garantiza mejores condiciones, y el mantenimiento de temperaturas óptimas podría ser incluso más desafiante y costoso.

Consecuencias Económicas y Productivas en Otros Sectores

El sector porcino también enfrenta tiempos turbulentos. Se necesitarían inversiones considerables para reconfigurar las granjas, afectando la estructura de costos y, por ende, los precios en el mercado. Las reformas necesarias en las salas de parto y la construcción de nuevas instalaciones representan costes adicionales que superan el medio millón de euros.

Situación Crítica en la Cunicultura

En cuanto a la producción cunícola, ya comprometida, las nuevas regulaciones podrían ser el golpe final. Más del 95% de la producción actual se realiza en jaulas, y su prohibición tendría una repercusión extraordinaria en el equilibrio de la cadena alimentaria del sector.

José Luis Santaclara, experto en el área, enfatiza la necesidad de considerar los tres pilares de la agricultura sostenible para evitar el colapso o la fuga de producción hacia países con regulaciones menos estrictas.

Equilibrio entre Bienestar Animal y Viabilidad Económica

La adaptación a las normas impuestas por la UE significa para los productores un duro golpe financiero. Sin embargo, es imperativo encontrar un equilibrio entre el bienestar animal y la viabilidad económica de los sectores afectados. La transición hacia modelos más sostenibles y éticos en la producción animal debe ser un compromiso conjunto, donde se proteja el oficio de los granjeros, se garantice la accesibilidad a los productos para los consumidores y se respete la dignidad y el bienestar de los animales.

En esta encrucijada, la responsabilidad recae en todos los actores de la cadena productiva, así como en las autoridades regulatorias. Es fundamental establecer diálogos constructivos y tomar decisiones informadas, asegurando un futuro sostenible y ético para la producción animal en Europa. Las implicaciones de estos cambios normativos son profundas y requieren una respuesta cuidadosa, colectiva y basada en la evidencia científica y socioeconómica.

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