Feijóo alentará una rebelión en el PSOE para ser presidente

Feijóo intenta distanciarse del apoyo de la ultraderecha

Alberto Núñez Feijóo, consciente de la incertidumbre en las próximas elecciones del 23 de julio, ha puesto en marcha estrategias para asegurar un posible gobierno. El líder del Partido Popular se enfrenta al reto de no contar con la mayoría suficiente para gobernar en solitario, y es consciente de que depender de la ultraderecha podría ser perjudicial.

Las encuestas reflejan la lejanía de su partido a conseguir un número óptimo de diputados, y Feijóo parece inquieto por la asociación de su imagen a la de Vox, que se ha convertido en su talón de Aquiles.

Ecos de una rebelión socialista en el horizonte

El dirigente gallego plantea inspirarse en la historia reciente. En 2016, una rebelión interna en el PSOE desembocó en la caída de Pedro Sánchez y facilitó la investidura de Mariano Rajoy. Feijóo sugiere la posibilidad de alentar un movimiento similar dentro del PSOE que le permita tomar el poder sin necesidad de alinearse con la ultraderecha.

Durante la presentación del programa electoral, Feijóo habló durante aproximadamente media hora, seguido de Cuca Gamarra. Sin embargo, no se desvelaron medidas concretas, y se mantuvo un discurso general.

Foco en la primera medida: cambio en el CIS

Lo que sí se anunció fue la “primera medida” que tomaría Feijóo en caso de llegar al poder: destituir a José Félix Tezanos al frente del CIS.

Un desafío en tiempos inciertos

Feijóo se propone persuadir al futuro líder del PSOE para que le respalde en el gobierno y en su lucha contra el independentismo. De no conseguirlo, asegura que recurrirá a los barones del partido socialista para que lo apoyen.

Es evidente que Feijóo está dispuesto a emplear diversas tácticas para alcanzar el poder. No obstante, es incierto cómo resonarán sus estrategias en el panorama político y qué efecto tendrá en las elecciones del 23 de julio. Lo cierto es que Feijóo se enfrenta a una encrucijada, y su capacidad para maniobrar a través de la política podría ser puesta a prueba.