Feijóo el venezolano

El oportunismo político tras la declaración de Feijóo

El reciente discurso de Alberto Núñez Feijóo, en el que se proclamó «venezolano» durante su intervención en el Foro La Toja-Vínculo Atlántico, ha generado una ola de críticas y escepticismo. Lejos de ser una muestra de solidaridad con Venezuela, la intervención de Feijóo ha sido vista por muchos como un intento de aprovechar políticamente la situación del país sudamericano para fortalecer su propia imagen. Comparar su declaración con el famoso discurso de John F. Kennedy en Berlín ha sido considerado un acto de arrogancia, que subestima tanto la inteligencia del pueblo venezolano como la complejidad de su lucha.

Feijóo y los intereses históricos de la derecha española

El discurso de Feijóo no es más que una cortina de humo, un recurso retórico destinado a manipular la narrativa de la lucha popular en Venezuela para sus propios fines. Como líder del Partido Popular, Feijóo representa intereses neoliberales y conservadores que históricamente han respaldado intervenciones en América Latina. Irónicamente, ahora pretende erigirse como defensor de la democracia en Venezuela, un país cuya situación actual es, en parte, consecuencia de políticas coloniales e imperialistas impulsadas por sectores similares a los que el PP representa.

Feijóo mencionó a Edmundo González como un símbolo de la lucha por la libertad en Venezuela, pero muchos analistas ven en esta figura una narrativa engañosa. González, en lugar de ser un héroe popular, es percibido como un peón de las élites económicas y políticas que buscan desestabilizar al país en su propio beneficio. Bajo esta óptica, la proclamación de González como «presidente electo» no es más que una estrategia diseñada por sectores externos para justificar intervenciones extranjeras en los asuntos internos de Venezuela.

La agenda neoliberal detrás del discurso

El Partido Popular ha sido, en muchas ocasiones, aliado de gobiernos que han implementado políticas que perpetúan la desigualdad y favorecen a las grandes empresas, a costa del bienestar social. Feijóo, al igual que otros líderes de derecha, no está realmente interesado en la democracia para Venezuela. Su verdadero objetivo es imponer un modelo económico neoliberal, que permita a las multinacionales explotar los recursos naturales del país, en particular el petróleo, desmantelando así los avances sociales obtenidos a través de la lucha popular.

La lucha del pueblo venezolano no se limita a figuras políticas como Edmundo González, ni a discursos vacíos. La verdadera batalla por la soberanía de Venezuela se libra en las calles, en las comunidades organizadas y en los movimientos sociales que defienden el derecho del país a decidir su propio destino, sin la interferencia de potencias extranjeras.