Felipe VI mueve recursos para hacer invisible la visita del emérito a España

Regreso temporal del rey emérito

Juan Carlos I ya se prepara para su regreso temporal a España. El rey emérito ha comunicado a la Casa Real su intención de volver para «arreglar papeles» y participar en las regatas de Sanxenxo. A pesar de las polémicas que rodean al exmonarca, su deseo es permanecer en España hasta el final de sus días, aunque no sea en Zarzuela.

Elecciones y regatas: Un momento complicado

El próximo mes de mayo se celebrarán las elecciones municipales y autonómicas en España. La Casa Real ha solicitado a Juan Carlos I que retrase su viaje, pero el emérito ha decidido no hacerlo y quiere disfrutar de las regatas del 22 y 23 de abril, coincidiendo con el primer fin de semana de campaña electoral.

Felipe VI pide discreción a su padre

La Casa Real busca evitar que la visita de Juan Carlos I se convierta en un Espectáculo Mediático como ocurrió en el pasado. Felipe VI ha pedido a su padre mantener la máxima discreción y que no se repita el «show de Sanxenxo».

El papel de Pedro Campos en la polémica

Se señala a Pedro Campos, apodado ‘El Pacificador’, como el responsable del escándalo del año pasado. Juan Carlos I se alojó en su casa en Pontevedra, y desde la Casa Real se cree que Campos utiliza al rey emérito como reclamo publicitario para promocionar su Club Náutico, sin importarle el desgaste que esto genera en la institución.

Un perfil bajo para el regreso

La Casa Real considera que las visitas de Juan Carlos I podrían evitarse si el exmonarca mantiene un perfil bajo. Si el rey emérito se sobreexpone, podría perjudicar el reinado de Felipe VI. Por eso, en esta ocasión se espera que Juan Carlos I no genere controversia con su regreso a España.

Condiciones para un posible regreso definitivo

Para valorar la posibilidad de un regreso definitivo de Juan Carlos I, se espera que el rey emérito se mantenga discreto y en un segundo plano. La Casa Real planea Blindar la Comunicación y aumentar la protección del exmonarca, asignándole más escoltas y obligándole a cambiar de domicilio en Galicia. Así, se espera que la visita de Juan Carlos I pase desapercibida y no genere revuelo mediático en suelo español.