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Fulminado piloto de BA por esnifar cocaína de los pechos de una mujer antes de iniciar vuelo lleno de pasajeros

Mairenis Gómez

27 de septiembre de 2023 | 9:46 pm

La noche de fiesta que no terminó en el avión

Mike Beaton era un piloto respetado y de larga trayectoria para British Airways. Más allá de su trabajo, era un padre de familia casado que, como cualquier otro, disfrutaba de sus momentos de ocio. Lo que nunca imaginó es que una noche en Johannesburgo cambiaría su vida y su carrera para siempre.

De fiesta en Johannesburgo: un giro inesperado

El viaje a Sudáfrica no prometía nada fuera de lo común. Una escala más, un poco de descanso y de vuelta a la cabina para continuar con su labor. Sin embargo, el deseo de vivir la vida nocturna de la ciudad y conocer gente nueva, sumado al alcohol y el ambiente festivo, llevó a Beaton por un camino que jamás hubiera anticipado.

Una joven galesa y un joven español fueron sus compañeros de aventuras aquella noche. Todo comenzó con risas, bebidas y buena música en un club nocturno. Pero como ocurre en tantas ocasiones, la noche se extendió y la fiesta continuó en un apartamento privado. Allí, rodeado de desconocidos y bajo el efecto del alcohol, se presentó la oportunidad de consumir cocaína. Lo que quizá parecía una anécdota de viaje para contar a sus amigos, se convirtió en el centro de un escándalo cuando Beaton decidió esnifar cocaína del pecho de una mujer.

Confesiones peligrosas y una amiga preocupada

Todo podría haber quedado en una historia entre amigos, si no fuera por un mensaje revelador enviado por Beaton a una colega azafata. El texto, donde admitía haber sido «un niño muy travieso» y detallaba la travesía nocturna, prendió las alarmas. La azafata, consciente de la responsabilidad que implicaba el trabajo de un piloto y preocupada por la seguridad de los pasajeros, decidió notificar a sus superiores sobre el comportamiento de Beaton.

Desenlace inminente: British Airways toma cartas en el asunto

British Airways, una de las aerolíneas más reconocidas y con una reputación que mantener, no podía permitirse el lujo de tener en sus filas a un piloto que, además de consumir drogas, lo hacía justo antes de un vuelo con cientos de pasajeros a bordo. El despido de Beaton fue inmediato, priorizando la seguridad y la integridad de los pasajeros y la tripulación.

Repercusiones y un futuro incierto

Mientras el escándalo continúa resonando en los medios, aún son muchas las preguntas sin respuesta. ¿Existirá una investigación más exhaustiva sobre el caso? ¿Se enfrentará Beaton a consecuencias legales? Aunque muchos detalles aún permanecen en sombras, lo que sí es claro es que la carrera de Beaton en British Airways ha llegado a su fin. Una noche de excesos y una decisión errónea han marcado el abrupto cierre de una etapa profesional en la que, seguramente, nunca imaginó encontrarse.

La lección detrás del escándalo es clara: en profesiones donde la responsabilidad y la integridad son primordiales, no hay margen para errores. La seguridad de cientos de personas no puede quedar en manos de alguien dispuesto a arriesgarla por una noche de diversión. El caso de Beaton sirve como recordatorio de la importancia de la ética profesional, no solo en la aviación, sino en cualquier ámbito laboral.

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