García-Page blanco de la ira de Junts

Las tensiones crecen por las declaraciones sobre la financiación catalana

Las declaraciones del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en contra del concierto económico catalán, han desatado una fuerte reacción por parte de Junts per Catalunya. El partido independentista ha calificado las palabras de García-Page como «una versión cutre, pero muy precisa, de la España que tiene a Cataluña por una colonia que puede ser expoliada de forma ilimitada», según el secretario general de JxCat, Jordi Turull.

El detonante fue el rechazo expresado por el presidente castellano-manchego a la soberanía fiscal de Cataluña, tras reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en La Moncloa. García-Page criticó duramente el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Esquerra Republicana para una financiación singular para Cataluña, sugiriendo que dicho acuerdo suponía un «concierto disfrazado» que se asemeja al cupo vasco.

Reacción de Junts y la disputa sobre la financiación

Desde Junts, la respuesta ha sido inmediata. Turull expresó en redes sociales que, según la visión de García-Page, «el esfuerzo y el riesgo son para los catalanes», mientras que las ganancias son «para todos los españoles». Añadió que parece que Cataluña debe «trabajar, pagar y callar», una crítica directa a lo que considera un intento de limitar los derechos económicos de la comunidad autónoma.

García-Page, por su parte, no dudó en calificar de «inadmisible» la idea de una financiación singular para Cataluña. «Es un concierto, por mucho que lo quieran disfrazar», aseguró el presidente de Castilla-La Mancha, insistiendo en que la riqueza generada en Cataluña no pertenece solo a los catalanes, sino a «todos los españoles».

El papel del Gobierno y el apoyo de Montero al acuerdo con Cataluña

Pese a la crítica de García-Page, el Gobierno central ha mantenido su compromiso con el acuerdo de financiación con ERC. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó desde Barcelona que la cesión íntegra de la recaudación del IRPF a la Hacienda catalana es un paso clave en este proceso, el cual se espera que entre en vigor antes de la campaña de la renta de 2025.

Montero también defendió que este modelo «reconoce una singularidad» para Cataluña que no va en detrimento de otras comunidades autónomas. Comparó la situación con la de Canarias, que también goza de un régimen fiscal especial, argumentando que la pluralidad de modelos dentro del estado español está recogida en el ordenamiento jurídico.

Las implicaciones políticas

El ex presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, afirmó que el acuerdo con el PSOE cuenta con el aval de un mediador internacional, subrayando que el compromiso del Gobierno con ERC es firme y se ejecutará en los próximos años. Este pacto, sin embargo, sigue alimentando las tensiones entre los socialistas y algunos de sus propios barones, como García-Page, que se oponen abiertamente a cualquier trato diferenciado para Cataluña en cuestiones fiscales.

Este choque político ha generado un nuevo foco de conflicto en el panorama español, avivando las críticas tanto desde el independentismo catalán como desde sectores más conservadores dentro del PSOE, preocupados por el impacto que estas concesiones pueden tener en el equilibrio territorial.