7 de diciembre de 2023 | 2:53

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El productor de cine porno Torbe acepta 2 años de cárcel y reconoce que grabó y distribuyó pornografía infantil

Foto del empresario porno Torbe en torbe.es

Jeickson Sulbaran

25 de septiembre de 2023 | 3:10 pm

Llega a un acuerdo con la fiscalía para intentar evitar la cárcel

El caso de Ignacio Allende, también conocido en la industria del cine para adultos como Torbe, se ha convertido en un enigma judicial que resuena en los rincones más oscuros de la industria del entretenimiento para adultos en España. Con más de una acusación por grabar y distribuir material con menores, la sociedad se pregunta: ¿Cómo pudo suceder?

El camino hacia el segundo juicio

Torbe, a lo largo de los años, ha sido tanto un prominente director y productor de cine porno, como un polémico personaje en la sociedad española. Esta no es la primera vez que enfrenta a la justicia por delitos similares. Ya en 2008, fue condenado por grabar con una menor. Ahora, acepta dos años de cárcel tras reconocer haber grabado y distribuido vídeos con otra joven menor de edad. Este reconocimiento de los hechos supone un giro inesperado, sobre todo tras los intentos de su defensa por evitar que cumpla condena en prisión.

El proceso se complicó aún más cuando uno de los acusados, el montador de los vídeos, se negó a llegar a un acuerdo. Sostiene firmemente que desconocía la minoría de edad de la joven involucrada. Sin embargo, con o sin acuerdo, el escándalo ya estaba servido.

Antecedentes y repercusiones

La historia de Torbe está plagada de episodios oscuros. En 2016, tras una operación en su contra, fue enviado a prisión provisional. La lista de acusaciones iniciales incluía delitos graves como trata y blanqueo de capitales. Sin embargo, muchos de estos cargos se fueron desvaneciendo a lo largo de la investigación.

Uno de los aspectos más preocupantes del caso es que, además de Torbe, otros implicados se encuentran en la mira de la justicia. Las acusaciones no se limitan solo al reconocido productor. Existen otras figuras, cuyos nombres todavía no han trascendido, que podrían estar involucrados en estos delitos.

El desenlace incierto

Lo que está claro es que Torbe ha buscado llegar a un acuerdo con la Fiscalía para evitar una posible entrada en prisión. Al haber pagado 65.000 euros en indemnizaciones a la víctima y haber reconocido los hechos, su defensa espera que se le aplique una atenuante simple de reparación del daño.

El veredicto aún está por determinarse y muchas preguntas siguen sin respuesta. Pero lo que es seguro es que este caso ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de mayor vigilancia y control en una industria que, en demasiadas ocasiones, ha demostrado ser un caldo de cultivo para la explotación.

Conclusión

En un mundo donde el acceso a contenido para adultos es cada vez más fácil y rápido, el caso de Torbe sirve como recordatorio de la importancia de la ética y la moralidad, incluso en las áreas más polémicas de la industria del entretenimiento. Es crucial que se establezcan mecanismos de control más estrictos para garantizar que se respeten los derechos de todos, especialmente de los más vulnerables. Solo el tiempo dirá cuál será el destino final de Ignacio Allende, pero este caso sin duda ha dejado una huella imborrable en la sociedad española.

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