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Junts exige recuperar las sedes de las empresas en Catalunya

Mairenis Gómez

6 de agosto de 2023 | 11:00 am

Un nuevo diálogo promete un retorno de las empresas a Cataluña, tras un éxodo masivo que dejó una profunda herida en la economía catalana desde el referéndum del 1 de octubre de 2017. Esta es una cuestión que ha generado división en la burguesía catalana y tensiones con una gran parte del movimiento independentista.

El Entendimiento con Puigdemont

Se dice que el gran empresariado catalán considera que la condición indispensable para un retorno, incluso gradual, es un acuerdo político de amplio alcance entre el Gobierno Central y las principales fuerzas políticas, incluido el Govern de la Generalitat. Este pacto debe excluir explícitamente referéndums no pactados con el poder central y declaraciones unilaterales de independencia.

Este compromiso, desde su punto de vista, propiciaría el crecimiento y la recuperación de Cataluña como motor de la economía española y también abriría la puerta a un incremento de la inversión. También, no menos importante para la élite económica, permitiría recuperar su influencia política en España.

El Papel de la Empresa y la Política

Desencadenar tal movimiento de retorno empresarial es uno de los objetivos compartidos entre los líderes empresariales y el entorno de Carles Puigdemont, líder y figura prominente de Junts. El voto de este partido en el Congreso es fundamental para la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, evitando así la celebración de nuevas elecciones generales.

Estos contactos, facilitados en gran parte a través de Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, la gran patronal catalana, y Puigdemont, ponen de manifiesto el interés empresarial en consolidar la normalidad política en Cataluña.

Los Movimientos Políticos

Se trata de movimientos más políticos que económicos. Ambas partes quieren sentar las bases para la resolución del conflicto político entre Cataluña y el Estado. Los líderes empresariales han tomado nota de esta situación y se ofrecen a Junts como palanca compensatoria de esta debilidad política.

No obstante, los empresarios también son conscientes de su propia impotencia para actuar y, por lo tanto, también buscan desbrozar el camino que permita germinar un brazo político del que ahora carecen. Es su propia vía de reconstrucción del antiguo tándem entre el pujolismo y la burguesía.

El Rechazo a la Unilateralidad

Las expectativas de un pacto a tres entre PSC, Comuns y PP que aupó a Jaume Collboni a la alcaldía se truncaron. Sin embargo, esto no ha impedido que tras las elecciones generales del 23J se hayan reanudado los contactos entre ambas partes, siempre con la idea de apoyar el avance del pacto para la investidura de Sánchez.

La representación empresarial lleva casi tres años tendiendo puentes con los líderes independentistas, tanto de ERC como de Junts. Ha estado moviéndose entre bambalinas para empujar el indulto a los presos del procés y para buscar una salida para Puigdemont que asegure que no irá a prisión, y así despejar el camino para la incorporación de Junts a la vida política normalizada.

El Camino a Seguir

La realidad electoral en Cataluña ha cambiado drásticamente desde los años calientes del procés. Si bien los escaños parlamentarios de Junts son decisivos para la investidura de Sánchez, los socialistas catalanes se han consolidado como primera fuerza parlamentaria.

Puigdemont se encuentra ahora en el centro del escenario como la pieza clave para la investidura, pero en una hipotética legislatura su papel estaría mucho más diluido debido a su limitado peso parlamentario.

Este es el escenario en el que se encuentran los empresarios catalanes, esperando una solución política que permita el retorno de las empresas a Cataluña y la recuperación económica de la región. El camino aún es largo y complejo, pero el diálogo entre las partes implica que, al menos, hay una voluntad de encontrar una solución.

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