Keir Starmer devuelve regalos de lujo

Keir Starmer, Primer Ministro británico, ha devuelto regalos por un valor de 6.000 libras (aproximadamente 7.200 euros), incluidos entradas a conciertos y alquiler de ropa de marca para su esposa, tras críticas por recibir donaciones. Esta decisión llega mientras el Partido Laborista enfrenta tensiones internas y una investigación parlamentaria sobre Lord Waheed Alli, un importante donante del partido.

Polémica por regalos y conflicto de intereses

El portavoz de Downing Street explicó que Starmer cubrió de su bolsillo estos gastos y encargó una nueva normativa sobre regalos e invitaciones, que será parte del código de conducta ministerial revisado. El anuncio de esta medida surge después de que Starmer y otros miembros del gabinete laborista fueran señalados por aceptar obsequios costosos, algo que aunque legal, ha sido tachado de hipocresía dado el mensaje que el líder laborista ha transmitido en sus campañas sobre honestidad e integridad.

Al mismo tiempo, el Parlamento está investigando a Lord Waheed Alli, quien presuntamente no declaró posibles conflictos de interés, a raíz de una queja presentada por el Partido Nacional Escocés (SNP). La investigación busca aclarar el motivo de que Alli tuviera acceso a Downing Street sin ocupar un cargo oficial.

Críticas internas en el Partido Laborista

Además de los problemas externos, Starmer enfrenta críticas dentro de su partido. La diputada Rosie Duffield renunció al Partido Laborista tras acusar a Starmer de hipocresía y de aplicar políticas «crueles e innecesarias». En su carta de renuncia, Duffield arremetió contra Starmer por mantener el límite de prestaciones por dos hijos y por recortar ayudas energéticas a pensionistas, mientras aceptaba lujosos regalos.

Duffield, quien representaba a Canterbury, también ha criticado duramente el manejo de Starmer respecto a los derechos transgénero, lo que la ha llevado a un distanciamiento prolongado con la dirección del partido.

Austeridad y tensiones económicas

En el ámbito económico, Starmer ha sido señalado por aplicar políticas de austeridad, siguiendo recomendaciones ortodoxas y centrando sus esfuerzos en recortar gastos públicos, lo que ha sido criticado por gravar especialmente a las clases desfavorecidas. Esta estrategia ha provocado divisiones dentro del partido, con varios diputados suspendidos por oponerse a estas medidas en el discurso del Rey.