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La economía de la Eurozona pide a gritos otra bajada de tipos de interés

Mairenis Gómez

23 de septiembre de 2024 | 10:49 am

Los datos macroeconómicos confirman un estancamiento en el crecimiento económico y una recesión en el sector manufacturero

El Banco Central Europeo (BCE) se encuentra ante una encrucijada. Si bien ha evitado hasta ahora anunciar nuevas bajadas de tipos, los recientes datos económicos indican que la eurozona está en una situación crítica que exige medidas más agresivas. Los sectores clave, como la manufactura y los servicios, muestran señales claras de debilitamiento, poniendo presión sobre el BCE para que actúe.

La manufactura en caída libre y los servicios en desaceleración

Los datos más recientes del índice de gestores de compras (PMI) ofrecen un panorama sombrío para la economía de la eurozona. El sector manufacturero continúa en recesión, con 27 meses consecutivos de contracción. En septiembre, el PMI manufacturero de la eurozona cayó a 44.8, por debajo de la estimación de 45.7, lo que refleja una contracción aún mayor de lo esperado. En Alemania, la mayor economía de la eurozona, el PMI manufacturero se desplomó a 40.3, un nivel peligrosamente bajo que sugiere un enfriamiento profundo de la actividad industrial. Francia no se queda atrás, registrando 44.0, en línea con el deterioro general.

Por su parte, el sector de servicios, que había mostrado cierta resiliencia, también está perdiendo fuelle. El PMI de servicios de la eurozona cayó a 50.5 en septiembre, apenas por encima del umbral que separa la expansión de la contracción. Este descenso es especialmente preocupante si consideramos que el crecimiento en los servicios había sido una de las pocas áreas de fortaleza en la región. Francia, que había experimentado un impulso temporal debido al «efecto olímpico», vio cómo su PMI de servicios se desplomaba a 48.3, cayendo claramente en territorio de contracción.

La presión sobre el mercado laboral y la inflación

El impacto de esta recesión industrial prolongada está empezando a notarse en el mercado laboral. El sector manufacturero ha comenzado a recortar empleos al ritmo más acelerado desde agosto de 2020, reflejando la gravedad de la situación. El sector de servicios, aunque no tan golpeado, también muestra signos de debilitamiento en la contratación, con un crecimiento del empleo casi estancado.

Otro factor que añade presión al BCE es la desaceleración de las presiones inflacionarias. En septiembre, la tasa de inflación de los costos de insumos en la eurozona cayó drásticamente, alcanzando su nivel más bajo desde noviembre de 2020. Este enfriamiento de la inflación puede dar al BCE más margen de maniobra para adoptar políticas monetarias más expansivas sin el temor de avivar aún más la inflación.

¿Qué hará el BCE?

Con la economía de la eurozona estancada y el riesgo de una recesión más profunda, las expectativas de que el BCE baje los tipos de interés aumentan. Los rendimientos de los bonos en la zona euro ya reflejan esta anticipación, con la curva de tipos de interés alemana invirtiéndose, una señal clásica de una recesión inminente. Además, los rendimientos a 10 años en Alemania han superado a los rendimientos a 2 años, algo que no ocurría desde noviembre de 2022, lo que refuerza la percepción de un escenario económico cada vez más complejo.

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