27 de noviembre de 2024 | 3:43

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La estafa de los ataúdes reutilizados lista para sentencia

Registro policial en tanatorio El Salvador en 2019.

Jeickson Sulbaran

1 de noviembre de 2023 | 6:30 pm

El inframundo de la industria funeraria ha estado plagado de sombrías acusaciones, rumores y escándalos. No obstante, un caso en particular, protagonizado por el grupo Funeraria El Salvador, propiedad de la familia Morchón en Valladolid, ha resaltado por su audacia y desfachatez.

Durante 20 años, esta funeraria ha estado extrayendo los cuerpos de los fallecidos de sus ataúdes antes de la incineración, solo para reutilizar esos ataúdes en otros servicios funerarios. Pero el negocio no se detenía ahí. Las flores, que se supone son un último adiós de los seres queridos al fallecido, también eran revendidas, afectando no solo el bolsillo de los deudos, sino también su sentimiento de luto y respeto hacia el difunto.

Expansión y éxito en medio de la oscuridad

Mientras esta práctica continuaba en secreto, Funeraria El Salvador prosperaba, expandiendo su presencia en toda Castilla y León. Sus instalaciones modernas y la apertura de nuevos crematorios eran testimonio de su éxito comercial. Pero detrás de esta fachada de respeto y profesionalismo, se ocultaba una realidad perturbadora.

El informe de la Fiscalía revela que 5.973 cadáveres fueron extraídos de sus ataúdes previamente a la incineración. Esto significa que el 73,08% de las incineraciones realizadas por esta funeraria involucraban esta práctica macabra. Y el beneficio económico? Una cifra nada despreciable de 4.048.768,09 euros.

La chispa que iluminó la verdad

Todo cambió gracias a Justo M., un empleado jubilado que buscaba compensación por sus años de silencio y complicidad. Tras intentar extorsionar a Ignacio Morchón Alonso, dueño de la funeraria, con evidencia fotográfica del acto delictivo, el caso salió a la luz. Pero Morchón, confiado en su poder e influencia, decidió denunciar a Justo, sin imaginar que esto sería el inicio de su caída.

La evidencia proporcionada por Justo M. fue contundente: 26 libretas, 746 partes de defunción, 450 imágenes y 44 vídeos documentando cada paso del procedimiento de reutilización de ataúdes. Estos registros muestran el desprecio total hacia los fallecidos, independientemente de su edad o condición.

Consecuencias y retribución

Aunque Ignacio Morchón Alonso falleció en 2022, su legado y las acciones de su empresa han dejado una marca indeleble en la industria funeraria y en el corazón de miles de familias.

La Fiscalía, al comprender la magnitud de este delito, ha pedido penas severas para la familia Morchón y los empleados involucrados. Estas penas incluyen prisión, multas y prohibiciones para trabajar en la industria funeraria.

El respeto hacia los fallecidos y el deber sagrado de proporcionar un último adiós digno ha sido mancillado por la avaricia y el deseo de enriquecimiento. Este caso, más allá de su impacto legal y financiero, es un recordatorio de la importancia de la integridad y la ética, incluso en los momentos más oscuros y dolorosos de la vida.

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