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La Iglesia española y la exportación de sacerdotes pederastas a Latinoamérica

Miguel Castillo

9 de mayo de 2023 | 9:35 am

Un oscuro pasado

La Iglesia Católica española ha sido señalada en diversas ocasiones por encubrir a sacerdotes condenados por delitos sexuales contra menores. Estos religiosos eran enviados a países de Latinoamérica, donde en algunos casos volvían a cometer atrocidades similares.

Un patrón de traslados

Luis Tó González es uno de estos sacerdotes condenado en España en 1992 por abusar de una menor de 8 años. Tras cumplir su condena, fue enviado a Bolivia, donde trabajó en el Centro de Multiservicios Educativos (Cemse) y en las escuelas populares de Fe y Alegría de La Paz y El Alto. Aunque se desconoce si Tó González cometió delitos sexuales en Bolivia, su caso evidencia la práctica de trasladar a religiosos con antecedentes penales a otros países.

Países de destino

Venezuela, Chile, Ecuador, Perú, Honduras y Bolivia, además de EEUU, Benín y Kenia, son algunos de los países a los que la Iglesia española enviaba a sacerdotes con antecedentes de pederastia. De los 18 curas identificados en esta situación, algunos reincidieron en sus delitos y fueron condenados nuevamente por la justicia local.

El periodista que destapó el escándalo

Pepe Rodríguez, periodista español especializado en temas religiosos, publicó en 2002 el libro “Pederastia en la Iglesia Católica”, donde denuncia este tipo de prácticas y detalla casos concretos como el de Luis Tó González. Según Rodríguez, la Iglesia solía trasladar a los curas implicados en abusos sexuales a parroquias cada vez más humildes, donde la población tenía menos recursos para enfrentarse a la institución.

El caso de Bolivia

El escándalo de pederastia en Bolivia involucra a Felipe Pedrajas Moreno, un sacerdote que dejó constancia en un diario de los abusos sexuales que cometió contra al menos 85 niños y adolescentes, en su mayoría en Cochabamba. A pesar de que Pedrajas falleció, las autoridades bolivianas han abierto investigaciones para identificar a quienes encubrieron estos hechos durante años.

Una llamada a la justicia y la reparación

La Compañía de Jesús y la Iglesia Católica han pedido perdón a las víctimas de estos abusos, y diversas organizaciones exigen justicia y reparación de daños. Es fundamental que se investigue a fondo el alcance de estas prácticas y se tomen medidas para prevenir que vuelvan a ocurrir, garantizando la protección de los menores y el castigo de los responsables.

Un esfuerzo conjunto

La lucha contra la pederastia y el encubrimiento en la Iglesia requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Es necesario que las autoridades, las instituciones religiosas y los ciudadanos trabajen juntos para erradicar estos delitos y asegurar un entorno seguro y justo para todos los niños y jóvenes.

Hacia una Iglesia más transparente y responsable

El escándalo de los sacerdotes pederastas enviados a Latinoamérica evidencia la necesidad de una mayor transparencia y responsabilidad por parte de la Iglesia Católica en cuanto a sus miembros. La institución debe implementar protocolos más estrictos para la selección y formación de su clero, así como sistemas de vigilancia y denuncia que permitan detectar y erradicar rápidamente cualquier situación de abuso.

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