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La jugada maestra del malvado Pedro Sánchez: O los fachas o yo

María José Gonzalez

29 de mayo de 2023 | 6:15 pm

Es bien sabido que en política, a menudo, la mejor defensa es un buen ataque. Este parece ser el mantra de Pedro Sánchez, actual presidente del gobierno español y líder del PSOE, quien, en medio de circunstancias adversas, decide subir la apuesta. Es un audaz movimiento, una táctica de «todo o nada» que puede cambiar radicalmente el panorama político español.

El órdago de Pedro Sánchez: Uniendo a la izquierda

Tras sufrir una derrota significativa, Sánchez ha decidido jugarse todo en un movimiento inesperado y audaz. Al ligar su suerte a la del partido, está forzando a todo el PSOE a unirse en torno a su figura. Ya no es una opción el descontento interno, solo queda cerrar filas y hundirse o salvarse con su líder supremo.

Pero Sánchez va más allá. Su intención es unificar no solo a su partido, sino a toda la izquierda. Convocando en un momento en que Podemos se encuentra en estado de shock, lanza un desafío directo a los votantes de izquierda: ¿él o la derecha?

«Sumar» de Yolanda Díaz: Un aliado en la contienda

El nuevo partido «Sumar» de Yolanda Díaz se perfila como un posible aliado en este nuevo escenario político. Este partido, principalmente instrumental y que podría considerarse un apéndice del PSOE, podría presentarse por separado en las grandes circunscripciones, como Madrid o Barcelona, mientras que en las restantes se incorporaría a un frente amplio con el PSOE. Este planteamiento permitiría evitar el desperdicio de votos y maximizar el potencial de la izquierda.

Por otro lado, los partidos separatistas también necesitan a Sánchez en Moncloa, por lo que la movilización será máxima. Con estas acciones, Sánchez aspira a reeditar una mayoría que algunos han denominado «frankenstein».

Los obstáculos en el camino: Feijóo y Vox

Pero no todo será sencillo para Sánchez. Por un lado, a Feijóo le pilla con el pie cambiado, lo que podría dificultar la formación de alianzas. Por otro, Vox podría plantear dificultades al convocar al «voto útil». Si bien es cierto que aún no se han visualizado los pactos con Vox, Sánchez está decidido a capitalizar el miedo a «la derecha» que se ha visto en estas elecciones.

¿Quién se lleva el gato al agua?

En resumen, la jugada de Sánchez es atractiva y potencialmente efectiva: debilita a Podemos, agrupa en torno a sí mismo el voto de izquierda, refuerza a Feijóo frente a Vox y tiene al menos una oportunidad de reeditar gobierno. Es una jugada maestra que podría resultar en una victoria o una derrota catastrófica para la izquierda.

Es paradójico, pero los que más odian a Sánchez en la izquierda serán los que más le ayuden a salir airoso. Porque, si no, la izquierda está muerta. Esta situación recuerda a los remeros de las antiguas galeras romanas, encadenados a sus bancos y obligados a remar para evitar hundirse con el barco.

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