Letizia como un clavo ardiendo en la Casa Real

A pesar de las apariencias, el matrimonio de los actuales reyes de España, Felipe VI y Letizia, ha atravesado momentos complicados.

En 2015, el año en que la corona se vio salpicada por el Caso Nóos, estuvieron a punto de divorciarse. Sin embargo, ese momento nunca llegó, en parte debido a las cláusulas de divorcio que Letizia firmó al casarse con el rey. Estas cláusulas, según Pilar Eyre, periodista y escritora, serían muy ventajosas para la reina en caso de separación.

Un matrimonio en crisis y las cláusulas de divorcio

Durante varios meses en 2015, Letizia se mostró distante de su marido, asistiendo a actos institucionales por separado y evitando las vacaciones en Marivent. La prensa nacional e internacional especulaba sobre la posibilidad de un divorcio inminente. No obstante, la separación nunca se produjo, principalmente porque Letizia perdería la custodia de sus hijas, Leonor y Sofía, en virtud de las cláusulas de divorcio firmadas al casarse.

Según Eyre, el abogado de Letizia consiguió que Felipe firmara, antes de su boda, unos acuerdos de divorcio que beneficiarían ampliamente a la futura reina. En caso de separación, Letizia recibiría dos casas, una de invierno y otra de verano, además de otras prebendas y una pensión mensual compensatoria suficiente para garantizar su bienestar económico de por vida.

Felipe accedió a firmar estas cláusulas porque estaba seguro de que su relación con Letizia duraría para siempre. A pesar de los problemas en su matrimonio, ambos monarcas consideran que lo más importante es la institución y la continuidad dinástica. Por encima de todo, Letizia está dispuesta a hacer lo necesario para que su hija Leonor se convierta en la futura Jefa de Estado.

La última gran discusión y el futuro de la pareja real

Recientemente, expertos en la Casa Real han señalado que los reyes han tenido una nueva discusión de peso. Al parecer, Letizia no está de acuerdo con que Leonor deba seguir una formación militar, mientras que para Felipe, esto es fundamental para la futura Jefa del Estado.

A pesar de las tensiones y desacuerdos, la opción del divorcio no parece estar sobre la mesa en estos momentos. La pareja real sigue comprometida con la institución y la continuidad dinástica, y entienden que su relación es clave para garantizar el futuro de la monarquía española.