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Los clubes de cannabis de España un modelo para Alemania

Cloud Max

16 de mayo de 2023 | 3:54 pm

Los clubes sociales de cannabis en España, con una existencia que se remonta a hace 30 años, han demostrado ser un modelo innovador y responsable de consumo compartido. Han despertado el interés de gobiernos de otras naciones, como Alemania, que están preparando su propia regulación de la marihuana, el mayor proyecto de legalización de Europa. Sin embargo, en España, la actividad de estos clubes sigue sin estar regulada y a merced de la interpretación de los jueces, a menudo con sentencias contradictorias.

Un espacio para el consumo responsable

Los primeros clubes sociales de cannabis se establecieron en España en la década de 1990. Su objetivo principal era proporcionar un espacio para el consumo responsable, en su mayoría de plantas cultivadas por los propios miembros de la asociación, evitando así recurrir al mercado negro de una sustancia aún ilegal en nuestro país.

Hoy, la Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas (Confac) estima que puede haber entre 1.500 y 2.000 asociaciones, con al menos medio millón de miembros. Sin embargo, carecen de una regulación específica y están expuestos a intervenciones policiales y procedimientos judiciales que pueden resultar en condenas de varios años de prisión por un delito contra la salud pública.

En ausencia de una regulación de su actividad, son los jueces y tribunales los que tienen que interpretar si el cultivo de cannabis de estas asociaciones y su distribución son lícitos o punibles. Las dos únicas leyes que se han aprobado en España para regular el funcionamiento de los clubes, emanadas de los parlamentos de Catalunya y Navarra, fueron tumbadas por el Tribunal Constitucional, alegando invasión de competencias estatales.

Además, el Senado rechazó el año pasado una propuesta para regular estos clubes presentada por el partido cannábico Luz Verde a través del grupo de Izquierda Confederal.

Las interpretaciones de la actividad de estas asociaciones por parte de los juzgados de lo penal, las audiencias provinciales, los tribunales superiores de comunidad autónoma y el Tribunal Supremo son muy variadas. No obstante, recientemente se han dictado varias sentencias absolutorias en diferentes órganos judiciales, lo que parece indicar un cambio de tendencia.

El caso de Alacannabis

La última sentencia absolutoria conocida, ya firme al no haber sido recurrida por el fiscal, es la del Juzgado de lo Penal número 4 de Alicante, que ha exculpado a siete miembros de una de las asociaciones cannábicas más antiguas de España, Alacannabis. Se enfrentaban a hasta cuatro años de cárcel por tráfico de drogas.

El juez entendió que el cultivo de marihuana de esta entidad no constituía un delito, ya que estaba destinado exclusivamente al consumo propio de los miembros. Según la sentencia, esta asociación alicantina tenía 260 plantas de cannabis para distribuir su cosecha entre los miembros que pagaban un suplemento de la cuota para sufragar los clubes sociales de cannabis de España. En ese encuentro, organizado por CatFAC (la federación catalana de asociaciones cannábicas) y la agencia de asesoramiento internacional Irefrea (European Institute of Studies on Prevention), también participaron representantes de la Comisión de Salud del Congreso de los Diputados y de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).

Las asociaciones cannábicas españolas han demostrado ser un modelo eficaz para el consumo controlado y responsable de cannabis, y es por ello que están siendo tomadas como referencia en otros países. Sin embargo, en su país de origen, se encuentran en una situación legal incierta y a menudo son objeto de procesos judiciales.

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