Lula vence a Elon Musk en la batalla por X en Brasil

El bloqueo de X en Brasil

El gobierno de Lula Da Silva no dudó en actuar con firmeza contra la red social X (anteriormente Twitter), propiedad de Elon Musk, bloqueando su acceso en todo el país. La medida se tomó después de que X no cumpliera con las leyes locales, lo que llevó a retirar al representante legal de la plataforma en Brasil. El resultado fue claro: X quedó bloqueada en uno de los países más grandes del mundo. Brasil advirtió que quien intentara saltarse el bloqueo se enfrentaría a multas considerables.

Elon Musk desafía, pero cede

A pesar de la gravedad del bloqueo, Elon Musk no mostró inicialmente una actitud conciliadora. Por el contrario, desafió públicamente al gobierno de Lula, llegando incluso a publicar una imagen generada por inteligencia artificial en la que comparaba al magistrado brasileño encargado del caso con los villanos de Star Wars y Harry Potter. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que, aunque Musk se muestra desafiante en público, en privado su equipo ha estado trabajando para cumplir las exigencias de las autoridades brasileñas.

El cambio de rumbo de Musk

Según informes del New York Times, el equipo de X ha comenzado a cumplir con las demandas de la Corte Suprema de Brasil, presentando documentos judiciales y cancelando cuentas que difunden noticias falsas y fomentan la desinformación. Además, Musk ha pagado las multas impuestas por el país y ha designado a un nuevo representante legal para gestionar las operaciones de X en Brasil. Aunque públicamente Musk se resiste a admitir su derrota, la realidad es que ha cedido a las exigencias del gobierno brasileño para que X vuelva a operar en el país sudamericano.

¿Qué pasará ahora?

El regreso de X a Brasil podría estar más cerca, posiblemente en los próximos días. Aunque no está claro por qué Musk finalmente dio su brazo a torcer, es evidente que Brasil representa un mercado estratégico para la red social. Lo que comenzó como un desafío frontal por parte de Musk terminó con su rendición silenciosa ante la ley brasileña. Ahora, la decisión de levantar el bloqueo está en manos del gobierno de Lula.