Meryl Streep transfiere prestigio a Leonor…y no al revés

El mundo de las fundaciones es vasto y diverso. En España, en particular, hay una fundación que ha estado bajo el foco público en los últimos años: La Fundación Princesa de Asturias. A pesar de la gran cobertura mediática que recibe, existen algunas áreas opacas en su estructura financiera que merecen una revisión más profunda. ¿Qué esconde realmente esta fundación?

Finanzas a la vista

Según los datos, en 2022, La Fundación Princesa de Asturias tuvo ingresos de alrededor de 6 millones de euros. Gastó un poco menos, generando así un pequeño superávit. Al concluir ese año, la fundación contaba con un patrimonio neto de 32,5 millones de euros. Al mirar más de cerca, vemos que aproximadamente el 13% de esos ingresos proviene de fondos públicos. ¿De dónde provienen el resto de los ingresos? Es una pregunta que muchos se hacen.

Orígenes del dinero: ¿Quién aporta más?

Si nos basamos en lo publicado en su página oficial, se descubre que el Ministerio de Presidencia y el Ayuntamiento de Oviedo figuran como los principales donantes públicos. Sin embargo, este 13% es solo una pequeña parte de la historia. Los ingresos principales, un 73%, provienen del sector privado. ¿Pero quiénes son estos misteriosos donantes privados? Aunque la fundación no lo especifica, es posible inferir, considerando la composición de su patronato, que grandes empresarios y consejeros de importantes corporaciones forman parte de este grupo.

¿Un cambio de nombre con trasfondo?

Recordemos un detalle: La Fundación Princesa de Asturias antes se llamaba Fundación Príncipe de Asturias. Este cambio sucedió en el contexto de la abdicación del rey Juan Carlos I a favor de Felipe VI. Aunque el cambio de nombre puede parecer superficial, hay quienes sugieren que la fundación se adapta y evoluciona según los tiempos y las circunstancias.

El juego del prestigio

Un aspecto curioso de la fundación es su entrega de premios. Se premian personalidades de la cultura, la ciencia y el deporte. Sin embargo, en muchos casos, la Casa de Borbón parece beneficiarse más del prestigio del premiado que al contrario. Tomemos a Meryl Streep, por ejemplo. Su prestigio internacional es innegablemente mayor que el de la casa real española. Por lo tanto, cuando recibe un premio en Oviedo, es posible verlo como si la actriz estuviera confiriendo prestigio a la monarquía, y no al revés.

La monarquía: ¿En busca de aprobación?

Es evidente que la monarquía ha enfrentado desafíos de legitimidad y escándalos en los últimos tiempos. Estas situaciones han socavado su imagen. Así que, ¿es posible que la fundación actúe como una herramienta mediática para mejorar la percepción pública de la monarquía?

Los medios y su papel

La cobertura mediática de los premios Princesa de Asturias ha sido, en general, favorable a la monarquía. A pesar de la neutralidad que se espera de los medios públicos, su tratamiento de estos eventos a menudo ha sido visto como excesivamente adulatorio. ¿Se están utilizando estos premios para consolidar la imagen de la monarquía en la mente pública?

Conclusión

Al final del día, lo que queda claro es que la transparencia y la apertura son esenciales. El pueblo español merece comprender plenamente las finanzas y las intenciones de las fundaciones que operan en su nombre. A medida que avanzamos hacia un futuro incierto, recordemos la importancia de mantenernos informados y cuestionar siempre lo que vemos y escuchamos. Después de todo, ¿no es esa la esencia de una sociedad democrática?