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Nicaragua congela los bancos de la Iglesia y amenaza con cerrar los templos

Jesús Carames

28 de mayo de 2023 | 2:00 pm

Congelación de cuentas y sacerdotes detenidos: los últimos ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua

La lucha por el poder en Nicaragua toma un giro inquietante, con el gobierno de Daniel Ortega enfrascado en un conflicto con uno de los pilares más antiguos de la sociedad: la Iglesia Católica. En una movida polémica, al menos tres diócesis han visto sus cuentas bancarias congeladas.

¿A quiénes afecta esta medida?

Las diócesis afectadas son Managua, Matagalpa y Estelí, cada una de ellas con su propia historia de conflicto con el gobierno. El cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la diócesis de Managua, se encuentra actualmente en medio de una tormenta, intentando averiguar cómo resolver la situación.

Por otro lado, el encarcelado obispo Rolando Álvarez, quien dirige las diócesis de Matagalpa y Estelí, fue condenado en febrero a más de 26 años de prisión por delitos de «traición a la patria». Mientras, el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, obispo Carlos Herrera, afirma que han sido informados de la situación, pero no han recibido notificación oficial.

Reacciones a la decisión

La reacción frente a estas acciones ha sido de indignación y desconcierto. La exiliada investigadora nicaragüense Martha Patricia Molina publicó capturas de pantalla de los intentos fallidos de realizar transferencias bancarias a las cuentas de la Arquidiócesis de Managua.

Por su parte, Félix Maradiaga, líder opositor nicaragüense, ha calificado la congelación de cuentas como un «acto extremo de agresión y persecución a la Iglesia». Asegura que estas medidas revelan «las verdaderas aspiraciones de la dictadura: callar y disolver por completo la voz y hasta la presencia de una institución que, por su peso moral en Nicaragua, es un obstáculo para los planes de los Ortega-Murillo para consolidar una dictadura dinástica».

Un golpe a la Iglesia, un golpe a la sociedad

La Iglesia Católica ha sido un pilar fundamental en la sociedad nicaragüense. Sus actividades van más allá de los servicios religiosos, incluyendo programas de ayuda a los necesitados, educación y apoyo a la comunidad. El congelamiento de estas cuentas no solo afecta a la Iglesia, sino también a las miles de personas que dependen de sus servicios.

Además, en una semana marcada por la detención de tres sacerdotes, se percibe un aumento en la presión sobre la Iglesia. El más reciente detenido es el sacerdote Jaime Montesinos, investigado por hechos que «atentan contra la independencia, soberanía y autodeterminación de la nación».

Crisis política y social en aumento

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde 2018 que se ha agudizado tras las polémicas elecciones de 2021. Ortega fue reelegido para un quinto mandato con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.

El Papa Francisco, por su parte, ha calificado al gobierno sandinista como una «dictadura ruda», señalando un «desequilibrio en la persona que dirige» el país centroamericano.

¿Hacia dónde se dirige Nicaragua?

Con el creciente clima de tensión entre el gobierno y la Iglesia, la dirección futura de Nicaragua permanece incierta. Sin embargo, una cosa es clara: el impacto de estos conflictos sobre la población, ya en plena crisis, puede ser devastador. El diálogo y la reconciliación serán cruciales para superar esta etapa turbulenta en la historia de Nicaragua.

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