PP Vox de Extremadura excluye al rey negro en la Cabalgata

En un giro inesperado y controvertido, el Ayuntamiento de Cáceres, actualmente bajo la gestión del Partido Popular (PP), ha desatado una ola de críticas y polémica con su decisión de eliminar la figura del rey Baltasar del cartel oficial de la Cabalgata de Reyes. Esta medida, que aparentemente busca promover la inclusión y accesibilidad, ha generado un intenso debate en las redes sociales y en el ámbito político. La ausencia de Baltasar en la carta oficial destinada a los niños y niñas para escribir sus deseos, sustituyéndolo por un monarca de cabello y barba pelirrojos, no ha pasado desapercibida.

La controversia y el impacto político de la decisión

La decisión del consistorio cacereño ha resonado rápidamente en las esferas políticas y sociales. Belén Fernández, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Cáceres, no ha tardado en señalar la ironía de la situación, relacionándola con la influencia de Vox en la política local. Su comentario, que vincula la eliminación de Baltasar con una cabalgata «más inclusiva, accesible y racista», refleja el descontento y la incredulidad ante esta medida. Por otro lado, David Santos Holguín, también del PSOE, ha utilizado las redes sociales para expresar su sorpresa y escepticismo, sugiriendo que la ausencia de Baltasar podría interpretarse como una nominación del cartel.

La reacción de Irene de Miguel, portavoz de Unidas por Extremadura, ha sido directa y contundente, calificando la imagen de racista. Esta percepción ha encontrado eco en varios sectores de la ciudadanía, quienes han expresado su desacuerdo con la decisión del Ayuntamiento, considerándola un acto de racismo o una manifestación de la cultura de la cancelación.

La respuesta del Ayuntamiento y la rectificación

Ante la creciente ola de críticas, el Ayuntamiento de Cáceres ha reaccionado publicando un nuevo cartel de la Cabalgata en el que sí aparece Baltasar junto a Melchor y Gaspar. Este cambio repentino ha generado un aluvión de comentarios en las redes sociales, donde muchos han destacado la rapidez de la rectificación. El consistorio ha explicado que el primer cartel, obra de la Asociación de Reyes Mayos, fue un error y que, curiosamente, era el mismo que se había utilizado el año anterior, cuando el PSOE gobernaba la ciudad.

Este incidente ha puesto de relieve la complejidad y la sensibilidad de las decisiones relacionadas con la representación cultural y la inclusión en el espacio público. Aunque el Ayuntamiento ha intentado enmendar su error, la controversia suscitada pone en evidencia las tensiones y los desafíos que enfrentan las administraciones locales en su esfuerzo por equilibrar tradición, inclusión y representatividad en un mundo cada vez más diverso y consciente de las cuestiones de identidad y cultura.