Pradales pide un pacto ético en Euskadi

El lehendakari ha lanzado una iniciativa clave para reforzar el clima de respeto en la política vasca

El lehendakari ha lanzado una iniciativa clave para reforzar el clima de respeto en la política vasca. Propone un pacto ético destinado a blindar la convivencia y evitar la crispación observada en el Estado. Mientras el presidente español, Pedro Sánchez, presenta su plan de regeneración democrática en el Congreso de los Diputados, el lehendakari ha propuesto este miércoles «un pacto ético para el ejercicio de la política en Euskadi».

El objetivo es blindar el clima vasco de «respeto» hacia el adversario e impedir que se llegue a los niveles de confrontación observados en el Estado. Imanol Pradales ya había esbozado esta idea en el pleno de investidura y, en una rueda de prensa convocada para valorar su ronda de contactos con los partidos políticos, ha anunciado que lo propondrá oficialmente en septiembre.

La autorregulación de los partidos y el reto de septiembre

Además, el acuerdo busca la autorregulación y el compromiso de los propios partidos, en lugar de centrar el control en los medios de comunicación, un debate presente en el Estado y sugerido recientemente por EH Bildu, quien propuso una comisión parlamentaria contra las fake news. Septiembre se anticipa como un mes ajetreado, ya que el lehendakari también planea que el consejero de Salud, Alberto Martínez, convoque la mesa del pacto sanitario, con la expectativa de alcanzar un acuerdo en seis meses, hacia marzo.

La ronda de partidos y el clima constructivo

Incluso, el lehendakari ha agradecido la disposición de todos los partidos durante la ronda de contactos, excluyendo a la ultraderecha de Vox, y ha expresado su deseo de mantener esta actitud en los próximos cuatro años de legislatura. Esta dinámica ha permitido que Pello Otxandiano, de EH Bildu, proponga mantener a Osakidetza fuera del debate presupuestario y partidista, aunque está por ver si esto se logrará a largo plazo. Otxandiano también pidió a Pradales un ámbito de confianza bilateral para el nuevo pacto estatutario, pero el lehendakari ha apostado por un diálogo «multilateral», reservándose el derecho de generar espacios de confianza con todas las fuerzas.

Pradales ha hecho una lectura positiva de la ronda, agradeciendo la «actitud y predisposición» de todos los grupos. Subrayó que «en Euskadi tenemos una manera constructiva de hacer política» que fortalece la democracia y debe mantenerse mostrando «voluntad» por ambas partes. En septiembre propondrá firmar un pacto ético, asegurando que ha tenido una buena acogida y ha visto generosidad en todos los partidos.

Prioridades del gobierno vasco y el pacto sanitario

Además, el lehendakari presentó a los partidos un documento sobre el pacto sanitario y otro sobre las prioridades del gobierno, aunque los detalles no se desvelarán hasta que los agentes sociales los conozcan. En materia sanitaria, el documento incluye una hoja de ruta y bases metodológicas, con un diagnóstico del sistema sanitario, estrategia, medidas, evaluación y gobernanza. La mesa del pacto sanitario se convocará en la primera quincena de septiembre, cuando el consejero presentará el calendario y los documentos iniciales para el debate.

El gobierno ya está reuniéndose con los agentes sociales, y Pradales ha matizado que, a pesar del plazo de seis meses, la intención es tomar decisiones urgentes cuanto antes, resolviendo problemas como el conflicto por la derivación de la cirugía cardiaca a Cruces. El lehendakari también presentó seis prioridades. Un nuevo pacto estatutario, solidaridad entre generaciones, desarrollo de la Ley de Educación, transición energética, un salto en el euskera y un acuerdo vasco para la ética y la democracia.

Sin duda, Pradales reivindicó su propia ronda como un buen espacio para generar confianza entre los partidos, destacando la importancia de mantener relaciones multilaterales. Aunque en la primera fase se centrará en el cumplimiento del Estatuto de Gernika y las transferencias pendientes, hará lo posible por favorecer un clima de diálogo entre los partidos políticos.