Sextorsionadores hacen imágenes desnudas tuyas con el contenido de tus redes sociales

El auge de las tecnologías de inteligencia artificial está trayendo consigo no solo innovaciones revolucionarias, sino también nuevas formas de amenaza. Entre ellas se encuentra una tendencia preocupante: la creación de imágenes y vídeos falsos, conocidos como deepfakes, utilizados para cometer actos de sextorsión en línea. La Federal Bureau of Investigation (FBI) ha emitido una advertencia sobre esta creciente tendencia que convierte las inocentes fotos y vídeos que compartes en las redes sociales en contenido explícito falso, pero hiperrealista.

Sextorsión 2.0: la evolución de la amenaza

La sextorsión es una forma de chantaje en línea que amenaza con publicar imágenes o vídeos explícitos de la víctima a cambio de un rescate. Ahora bien, ¿qué sucede si los delincuentes no tienen contenido comprometedor real? Simplemente, lo crean.

La aparición de las tecnologías de deepfake ha permitido a los delincuentes informáticos crear contenido explícito falso que parece real, lo suficiente para causar un daño personal y reputacional significativo. Estos actores maliciosos recolectan imágenes y vídeos disponibles públicamente de sus objetivos en las redes sociales y los convierten en contenido sexualmente explícito utilizando estas herramientas de deepfake.

El impacto de los deepfakes en la sextorsión

Según la alerta publicada en el portal IC3 del FBI, ha habido un aumento en las denuncias de víctimas de sextorsión que informan del uso de imágenes o vídeos falsos creados a partir de contenido publicado en sus redes sociales o páginas web.

Los delincuentes suelen exigir un pago con la amenaza de compartir las imágenes o vídeos con familiares o amigos en las redes sociales. En otros casos, omiten la parte de la extorsión y publican directamente los vídeos creados en sitios web pornográficos, exponiendo a las víctimas a un público amplio sin su conocimiento o consentimiento.

La importancia de la prevención y la protección en línea

Frente a este panorama hostil, es crucial protegerse. Por un lado, los adultos deben limitar el acceso a las imágenes y vídeos que publican en línea, restringiéndolos a un círculo privado de amigos para reducir la exposición. Además, se aconseja difuminar o enmascarar siempre los rostros de los niños en las imágenes compartidas.

Para los padres, es fundamental supervisar la actividad en línea de sus hijos y hablar con ellos sobre los riesgos asociados a la compartición de contenido personal en la red. Además, se recomienda realizar búsquedas en línea para determinar el grado de exposición de sus hijos en la red y tomar las medidas necesarias para eliminar el contenido.

Enfrentando la amenaza de los deepfakes

Afortunadamente, los legisladores están comenzando a tomar medidas contra este problema emergente. En el Reino Unido, se ha introducido una ley que clasifica la difusión no consensuada de deepfakes como un delito.

Aunque los deepfakes presentan una amenaza real, es importante recordar que el poder para combatirlos también está en nuestras manos. La concienciación, la precaución y el conocimiento de estas amenazas son herramientas clave para mantenerse a salvo en el mundo digital.