26 de junio de 2024 | 5:05

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Tarjetas de identificación Real ID federales serán obligatorias para vuelos domésticos en EEUU en 2025

Jesús Carames

16 de junio de 2024 | 6:59 pm

Implementación del programa Real ID

El tiempo se agota. A partir del 7 de mayo de 2025, el programa federal Real ID entrará en vigor en Estados Unidos, marcando un cambio significativo en la forma en que los ciudadanos deben identificarse para abordar vuelos domésticos. Esta medida, que ha generado amplia controversia, requerirá que los adultos reemplacen sus identificaciones estatales tradicionales por una Real ID. Además, esta normativa también se aplicará para el acceso a ciertas instalaciones federales.

La ley que sustenta este programa, conocida como la Ley REAL ID, fue presentada en 2005 por el Departamento de Seguridad Nacional como una manera de estandarizar la emisión de tarjetas de identificación y licencias de conducir.

Requisitos para los viajeros

Desde la primavera de 2025, los viajeros ya no podrán utilizar licencias de conducir tradicionales para vuelos domésticos, aunque los pasaportes seguirán siendo una opción válida. Para aquellos que no poseen un pasaporte, obtener una Real ID será esencial, ya que las Enhanced IDs solo se aceptarán para cruces fronterizos terrestres o marítimos con México y Canadá.

Organizaciones como la Electronic Frontier Foundation (EFF) y la American Civil Liberties Union (ACLU) han criticado el programa por sus implicaciones sobre la privacidad y los costos. La EFF compara la Real ID con una expansión de la vigilancia y la creación de bases de datos nacionales que comprometen la privacidad de los ciudadanos. La ACLU también se ha unido a los estados que buscan derogar esta ley, argumentando que convertir las licencias de conducir en documentos de identidad nacionales tendrá un impacto negativo significativo en la privacidad y aumentará las cargas financieras y administrativas.

Controversias y críticas

El programa Real ID ha sido objeto de debate desde su concepción. Los críticos sostienen que, además de los costos asociados con la implementación y el reemplazo de las tarjetas de identificación, existen serias preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos personales. La creación de una base de datos nacional centralizada es vista por muchos como una amenaza potencial a la libertad y privacidad de los ciudadanos.

Además, la ACLU ha destacado que este programa podría imponer cargas adicionales a los estados y a los individuos, especialmente a aquellos con menos recursos para acceder a la nueva identificación. La preocupación es que las personas más vulnerables, como los ancianos y las comunidades de bajos ingresos, puedan enfrentarse a dificultades para obtener una Real ID, lo que limitaría su capacidad para viajar y acceder a servicios federales.

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