22 de enero de 2025 | 5:31

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Trump revierte política de IA de Biden marcando un nuevo rumbo para la tecnología en Estados Unidos

Mairenis Gómez

21 de enero de 2025 | 8:50 pm

Un giro decisivo en la regulación tecnológica

La administración de Donald Trump ha comenzado con un golpe de efecto: la derogación de la orden ejecutiva de 2023 promovida por Joe Biden para regular la Inteligencia Artificial (IA). Este cambio drástico refleja un enfoque más centrado en la desregulación y el impulso del mercado tecnológico, alejándose de las políticas más restrictivas del gobierno anterior.

Un nuevo enfoque hacia la IA

La orden ejecutiva de Biden se había diseñado como una medida pionera para mitigar los riesgos de la IA. Entre sus principales objetivos estaban proteger la privacidad, garantizar la equidad en los algoritmos y establecer estándares de seguridad. Además, contemplaba la creación del Instituto de Seguridad de IA para supervisar y promover el uso responsable de esta tecnología.

Sin embargo, Trump ha señalado que estas regulaciones eran un obstáculo para la innovación y el liderazgo global de Estados Unidos. La derogación de esta política apunta a una estrategia más orientada hacia la competitividad y menos regulada, con un enfoque en facilitar el desarrollo tecnológico sin tantas restricciones.

Las prioridades de la administración Trump

Aunque el gobierno de Trump no ha presentado aún un plan detallado para la IA, el nombramiento de David Sack como zar de la cripto-IA da pistas sobre el rumbo que se tomará. Sack, conocido por su oposición a las regulaciones estrictas en el ámbito tecnológico, jugará un papel clave en la definición de esta nueva etapa.

Trump busca posicionar a Estados Unidos como líder indiscutible en el desarrollo de la IA, subrayando su importancia no solo en términos económicos, sino también como herramienta para la seguridad nacional. Se espera que su administración fomente un entorno más dinámico y menos regulado para las empresas tecnológicas, lo que podría atraer nuevas inversiones y acelerar la innovación.

Las medidas de Biden: ¿qué se pierde con la reversión?

La orden ejecutiva de 2023 incluía medidas clave para equilibrar los beneficios de la IA con la mitigación de sus riesgos. Entre ellas destacaban:

  • Seguridad: Pruebas obligatorias de IA y el uso de marcas de agua para garantizar la transparencia.
  • Privacidad: Límites estrictos sobre la recopilación y uso de datos personales.
  • Equidad: Garantías para evitar la discriminación algorítmica y el uso indebido de la tecnología en sectores críticos como la justicia.
  • Impacto laboral: Estudios sobre los efectos de la IA en el empleo y medidas para proteger a los trabajadores.
  • Cooperación internacional: Colaboración para establecer estándares globales.
  • Sostenibilidad: Uso de la IA en proyectos relacionados con el cambio climático.

La eliminación de estas políticas genera incertidumbre sobre cómo se abordarán problemas como el sesgo algorítmico, las violaciones de privacidad y los riesgos de seguridad nacional.

Un futuro incierto para la IA en Estados Unidos

La decisión de Trump representa una apuesta por la desregulación, lo que podría acelerar el desarrollo tecnológico y consolidar a Estados Unidos como líder en IA. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre la supervisión y los riesgos inherentes a un enfoque más laxo.

Mientras el mundo observa, la administración Trump tendrá que equilibrar la búsqueda de innovación con la responsabilidad de manejar los desafíos éticos y sociales que plantea la inteligencia artificial.

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