Zarzuela recalcula la estrategia: Los gestos de Felipe VI y Letizia para atraer a los rojos

La monarquía española está en plena evolución. En los últimos años, se ha visto sacudida por diversos escándalos que han erosionado su imagen, especialmente la del Rey emérito, Juan Carlos de Borbón. La sombra de sus errores ha recaído sobre el actual monarca, Felipe VI, quien desde su ascenso al trono hace nueve años ha tenido que navegar por las aguas turbulentas de la percepción pública.

Las secuelas de los escándalos y la respuesta de Zarzuela

No es un secreto que las controversias y los escándalos de Juan Carlos han horadado la imagen de la monarquía española. Su abdicación en 2014 y su marcha de España a Emiratos Árabes no han hecho más que acentuar la crisis de reputación. Sin embargo, Felipe VI y su equipo, liderado por Jaime Alfonsín, han estado trabajando para encauzar la imagen de la monarquía y marcar un nuevo rumbo.

Las medidas adoptadas por el actual monarca, que incluyen la renuncia a la herencia de su padre, son claras señales de su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas. Sin embargo, el camino hacia la recuperación de la confianza y el afecto del público es largo y está plagado de desafíos.

Encuestas y la percepción de la monarquía

El apoyo público a la monarquía ha sufrido un descenso en la última década. Las encuestas realizadas por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reflejan esta realidad. Pero es importante recordar que las encuestas son solo una instantánea de la opinión pública en un momento dado, y pueden ser influenciadas por factores coyunturales.

La monarquía es vista por algunos como una «institución de otros tiempos», según una encuesta de 2020 en la que el 47,9% de los encuestados expresó esta opinión. Sin embargo, las encuestas recientes también indican que la imagen de Felipe VI ha mejorado, mostrando un contraste con la de su padre.

La estrategia de Zarzuela: Guiños transversales

La Casa Real está consciente de la necesidad de cambio y está trabajando en tres líneas principales. La primera consiste en contener y manejar los fuegos mediáticos, muchos de los cuales se han originado en las acciones de Juan Carlos de Borbón y otros miembros de la familia real.

La segunda línea de trabajo busca limitar la proliferación de proyectos mediáticos que podrían erosionar aún más la imagen de la Casa Real. Esto incluye esfuerzos para prevenir el lanzamiento de documentales y libros que podrían escarbar en asuntos delicados de la familia real.

La tercera y tal vez la más importante línea de acción se centra en realizar guiños transversales, con el objetivo de atraer a distintos sectores de la sociedad española. Esto incluye visitas a comunidades autónomas donde el sentimiento republicano es fuerte, así como gestos simbólicos de los Reyes para mostrar su compromiso con la transversalidad y la inclusión.

Estos guiños no se limitan a visitas. Incluyen actos simbólicos como la elección de libros por parte de la Reina Letizia, que reflejan una orientación hacia la izquierda y el feminismo, o la invitación del Rey Felipe VI al Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, a la Corrida de la Prensa.

Una estrategia de adaptación y renovación

La monarquía española está en pleno proceso de adaptación y renovación, buscando superar los escándalos del pasado y acercarse a la sociedad española de una forma más inclusiva y transversal. Los desafíos son muchos, pero con determinación y transparencia, es posible que se pueda restaurar la confianza y el cariño del público hacia la institución monárquica. Este es el reto que tiene por delante Felipe VI y su equipo en Zarzuela.