Bilbao cancela contrato con Bilbobus sin pagar fianza de €20M

En una jugada audaz, Bilbao rescinde contrato con Bilbobus sin costes adicionales

Hoy, el Ayuntamiento de Bilbao ha anunciado una medida drástica pero necesaria, la rescisión de su contrato con Bilbobus. Esta decisión, derivada de un incumplimiento contractual por parte de la empresa, se ha tomado sin que el consistorio tenga que pagar la imponente fianza de 20 millones de euros. Este giro en los acontecimientos viene a poner fin a un acuerdo que, firmado en 2019 por un valor de 500 millones de euros, estaba programado para durar hasta 2029.

Contexto y repercusiones de una decisión municipal crucial

El anuncio fue hecho por el alcalde Juan Mari Aburto durante un pleno municipal celebrado este jueves. La relación entre el Ayuntamiento y Bilbobus ha sido tensa, exacerbada por una huelga indefinida iniciada el 9 de abril por los trabajadores del transporte urbano, quienes reclamaban mejoras laborales significativas. A pesar de las afirmaciones del alcalde sobre la justicia de las condiciones actuales, la huelga ha provocado un caos considerable, no solo en la operatividad del servicio sino también en la vida diaria de miles de bilbaínos.

El debate se intensifica: entre la política y la necesidad pública

Además, la decisión de terminar el contrato no ha estado exenta de controversia. Durante el pleno, Ángel Rodrigo, concejal del Partido Popular, acusó al gobierno municipal de inacción y falta de capacidad para manejar la situación. Por otro lado, la concejala de Movilidad, Nora Abete, defendió las acciones del ayuntamiento, mencionando los esfuerzos continuos por resolver el conflicto y destacando los sabotajes sufridos por los vehículos de Bilbobus, con un coste que supera los 118.000 euros.

¿Qué sigue para el transporte en Bilbao?

Con la resolución del contrato con Bilbobus, el consistorio se ve ahora en la tarea de establecer un contrato transitorio mientras se prepara una nueva licitación. Este proceso no solo es crucial para restablecer la normalidad en el servicio de transporte, sino también para restaurar la confianza de los ciudadanos en la gestión municipal del mismo. El alcalde Aburto subrayó la involucración del gobierno en la búsqueda de soluciones, una tarea que describe como compleja y desafiante.

Lecciones de gestión pública y adaptabilidad contractual

Sin duda, la situación con Bilbobus es un claro ejemplo de los retos que enfrentan las administraciones municipales al gestionar servicios esenciales. Es también un recordatorio de la importancia de la vigilancia y la adaptabilidad en los contratos públicos, para asegurar que no solo se respeten los términos acordados, sino que también se alineen con las expectativas y necesidades de la comunidad. Mientras Bilbao navega por este complicado proceso, la resolución del contrato con Bilbobus marca un nuevo capítulo en la gestión del transporte urbano, uno que esperamos esté lleno de lecciones aprendidas y mejoras significativas.