Bilbao pierde calidad ambiental

Ecologistas en Acción ha sacudido la tranquilidad ambiental con datos que no permiten pasar desapercibidos. Los niveles de contaminación por ozono en la aglomeración urbana de Bilbao-Barakaldo han aumentado un 33% a lo largo del año 2023, una cifra que es imposible ignorar y que abre una serie de interrogantes sobre las políticas ambientales actuales. El cambio climático emerge, no como un lejano peligro, sino como una realidad palpable que, hoy más que nunca, exige estrategias efectivas, comprobadas y persistentes en el tiempo.

Diagnóstico del Ozono:

La situación descrita previamente no es una anomalía aislada. Este fenómeno tiene su origen en una serie de condiciones que, si bien son complejas, también proporcionan pistas sobre cómo abordar el problema. El ozono, un contaminante que no proviene directamente de fuentes humanas, se forma en la superficie terrestre a través de la combinación de otros contaminantes precursores, como los emitidos por los vehículos diésel, centrales termoeléctricas, actividades industriales, y la ganadería intensiva, especialmente cuando estos entran en contacto con la radiación solar.

En el País Vasco, a pesar de sus características climáticas que podrían moderar la formación de ozono —altas precipitaciones y baja radiación solar—, 2023 ha sido testigo de un repunte en los niveles de este contaminante, evidenciando un tercer verano más cálido desde 1961 y numerosos episodios cálidos entre abril y septiembre.

Importancia de la Actuación:

Ekologistak Martxan, una entidad integrante de Ecologistas en Acción, denuncia la inercia de los Gobiernos Vasco y de España respecto a formular e implementar planes que aborden, de manera eficaz, las fuentes emisoras de estos precursores del ozono, como lo son el transporte terrestre, aéreo y marítimo, así como la industria en general.

Salud y Economía, dos ámbitos que no suelen permanecer ajenos a los efectos de la contaminación, también están bajo amenaza directa. La Agencia Europea de Medio Ambiente estima que la contaminación por ozono causa alrededor de 2.500 muertes anuales en España. Asimismo, se ha asociado con un costo sanitario y laboral de 5.000 millones de euros en 2013, que equivale a un 0,33 % del PIB español.

Respuesta Institucional:

La actitud y acciones de las administraciones públicas respecto a la contaminación por ozono también son cuestionables, especialmente en cuanto a la información y alertas proporcionadas a la ciudadanía durante los episodios de elevada contaminación. Esta falla en la comunicación impide que las poblaciones más vulnerables reciban advertencias efectivas y puedan tomar medidas para minimizar su exposición.

A nivel legal, los Gobiernos también han sido sujetos de condenas por parte de diversas instancias judiciales, que les exigen aprobar planes de calidad del aire para reducir los niveles de ozono, ante el incumplimiento continuado desde 2010 de los objetivos legales establecidos.

La Respuesta que Necesitamos:

Desde Ekologistak Martxan se postulan que las principales vías para reducir la contaminación del aire por ozono se encuentran en medidas como disminuir el tráfico motorizado, implementar las mejores técnicas industriales disponibles, sustituir disolventes orgánicos por agua, impulsar el ahorro y la eficiencia energética, y penalizar fiscalmente a los vehículos diésel, entre otras.

Aunque las ciudades vascas con más de 50.000 habitantes deberían haber establecido zonas de bajas emisiones para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, a día de hoy, ninguna ha cumplido con esta obligación legal, incluso cuando han recibido fondos públicos para su implantación.

Reflexiones Finales:

Es imperativo repensar y rediseñar nuestras estrategias actuales relacionadas con la calidad del aire, y considerar que los datos y estadísticas no son simplemente números, sino vidas humanas, ecosistemas y una calidad de vida que está en juego.

En una época donde la crisis de la COVID-19 ha demostrado que la reducción del transporte y la descarbonización de la industria son herramientas efectivas para mejorar la calidad del aire, es vital que estas lecciones no queden en el olvido, sino que impulsen una reevaluación seria y comprometida de nuestras políticas ambientales actuales.