¿Conoces el origen de la baldosa de Bilbao?

Si algo hace reconocible a Bilbao, eso es su suelo. Las peculiares baldosas de Bilbao se han convertido en una de las señas de identidad de la villa, aunque su origen no termina de estar muy claro. Fabricada en su origen con hormigón, arena gruesa y cubierta de virutas de hierro, la baldosa de Bilbao se colocó por primera vez en los años 40. Aquellos diseños fueron elaborados por Eduardo Sáenz Venturini (se dice que para los años 30 ya había diseñado las primeras) .

Casi 70 millones de baldosas se necesitaron para cubrir todo Bilbao, y, con el tiempo, el modelo se exportó a numerosas ciudades de todo el mundo, especialmente en España, Guinea Ecuatorial y varios países de Sudamérica.

Esta baldosa roseta, se caracteriza por sus surcos en forma de flor y los cuatro canales que sirven para desaguar la lluvia. El dibujo se repite cuatro veces en una baldosa cuadrada de sesenta centímetros de lado. Actualmente se fabrica con cemento y están gestionadas  por Fhimasa, aunque la adjudicación sale a concurso. Al año se cambian 600 mil baldosas en la ciudad.