29 de septiembre de 2024 | 11:37

Bilbao

Trabajadoras del Guggenheim Bilbao exigen regular la brecha salarial

Miguel Castillo

15 de junio de 2021 | 6:00 pm

Las limpiadoras del museo desde hace 20 años, van a la huelga para reivindicar sus derechos

La plantilla de limpiadoras del Museo Guggenheim Bilbao, en su mayoría mujeres, han iniciado una huelga que se prolongará hasta el 21 de este mes de junio y que espera con ello dignificar las lamentables condiciones laborales. Reivindican la eliminación de la brecha salarial existente y mejorar los salarios.

Y es que la mayoría de la plantilla son mujeres que llevan prestando este servicio al museo desde hace 20 años, desde que se inauguró el Guggenheim Bilbao. La media salarial ronda los 600 euros mensuales y, si comparamos dichos sueldos con el personal que realiza la limpieza viaria, mayoritariamente hombres, la diferencia está en 7.941 euros anuales, siendo la brecha del 49,81%.

Lo que achacan al Guggenheim Bilbao

Lo que ocurre es que el Guggenheim Bilbao y la empresa Ferrovial Servicios no reconocen la existencia de la brecha, y en las reuniones mantenidas con Ferrovial se ha negado a mejorar dichos sueldos. Por eso, la plantilla ha tomado la decisión de acudir a la huelga, y al menos hacer ruido.

Por otro lado, la plantilla también exige la reducción de las cargas de trabajo que llevan sufriendo durante años. Al dejar en manos privadas el servicio de limpieza, la actual empresa Ferrovial Servicios prioriza su beneficio económico a la salud de las trabajadoras, ahorrando costes en contratar personal cuando falta por motivos de licencias, vacaciones o situaciones de I.T. Además, las jornadas parciales son otro de los problemas que se deben solucionar, puesto que el salario de algunas trabajadoras no llega a los 600 euros mensuales.

Responsables del Museo Guggenheim de Bilbao se lavan las manos

El Museo Guggenheim asegura no tener ninguna responsabilidad con este colectivo y su objetivo desde el primer día ha sido presionar a las trabajadoras para que no se movilizasen. Al igual que la empresa privada, que ha llegado a presionar a la plantilla para que no secunden los días de huelga.

Evidentemente, no lo han conseguido. La plantilla se mantiene firme en su decisión de querer visibilizar su problemática y hacer una denuncia pública ante la situación dentro del edificio de titanio que es financiado con dinero público y apoyado por El Gobierno Vasco, La Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao.

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