Ibaiondo y Rekalde estrenarán dos modernos ascensores

Dos nuevos elevadores mejorarán la accesibilidad en Bilbao

Cuando hablamos de hacer la vida en la ciudad un poco más fácil y accesible para todos, los detalles importan mucho. Y es que, en la actualidad, el Ayuntamiento de Bilbao da un paso adelante en este sentido, anunciando la construcción de dos nuevos ascensores urbanos en los barrios de Ibaiondo y Rekalde. Estas nuevas incorporaciones prometen mejorar significativamente la accesibilidad en áreas que, por su orografía, presentan desafíos particulares para la movilidad de sus habitantes.

En el corazón de este esfuerzo está la dedicación del municipio a superar las barreras urbanísticas que complican el día a día de muchos bilbaínos. Con un enfoque claro en la inclusión y la accesibilidad, el Ayuntamiento apuesta por una estrategia de movilidad urbana que contempla, entre otras acciones, la expansión de su red de ascensores públicos. Esta red, que ya cuenta con cerca de 70 elevadores repartidos por la ciudad, se ve ahora reforzada con una inversión de 1.822.680 euros destinada a la construcción de dos nuevos ascensores, cada uno de ellos diseñado para superar desniveles significativos y facilitar el tránsito entre zonas elevadas y el resto de la ciudad.

El compromiso con la movilidad urbana se materializa en proyectos concretos

El primer proyecto se situará al lado de la Urretxindorra Ikastola en San Adrián, reemplazando un conjunto de escaleras y proporcionando una solución moderna y eficiente a un desnivel de 6,37 metros. Este ascensor no solo facilitará el acceso al centro educativo, sino que también mejorará la conexión entre las diferentes áreas del barrio, beneficiando a estudiantes, profesores y residentes por igual. Con un diseño que apuesta por la estética y la funcionalidad, este elevador contará con una estructura metálica y acabados en vidrio laminado, asegurando una integración visual armónica con el entorno.

El segundo ascensor, por su parte, se ubicará en una zona estratégica entre la carretera Errekalde-Larraskitu y la calle Moncada, en Rekalde. Este proyecto no solo simboliza un avance en términos de accesibilidad, sino que también refleja un compromiso con la superación de barreras arquitectónicas en el entorno urbano. Al igual que el elevador de San Adrián, estará diseñado para transportar a 13 personas, ofreciendo una solución rápida y cómoda a un desnivel de 6,9 metros.

Estas iniciativas se suman a otros proyectos en marcha, como el elevador inclinado de Masustegi y el elevador de San Francisco, cada uno de ellos con el objetivo de tejer una red de infraestructuras que conecten los distintos niveles de la ciudad de una manera fluida y accesible.

La transformación de Bilbao a través de la movilidad urbana

Esta apuesta por la mejora de la movilidad y la accesibilidad en Bilbao no es algo nuevo. Durante los últimos años, hemos sido testigos de una transformación urbana que pone en el centro las necesidades de sus ciudadanos, con especial atención a aquellos que enfrentan mayores dificultades de movilidad. La construcción de estos dos nuevos ascensores no es más que un ejemplo de cómo el Ayuntamiento de Bilbao continúa trabajando para hacer de la ciudad un lugar más inclusivo, donde el derecho a moverse libremente es una realidad para todos.

Así, mientras seguimos avanzando hacia una ciudad más accesible y amigable para todos, no cabe duda de que iniciativas como esta son un claro reflejo del compromiso de Bilbao con sus ciudadanos. Una ciudad que mira hacia el futuro sin dejar a nadie atrás, donde cada nuevo proyecto de movilidad urbana nos acerca un poco más a ese ideal de comunidad inclusiva y conectada que todos deseamos.