Kontxi Reyero lidera resistencia antitaurina en Bilbao

Desde hace más de dos décadas, su incansable activismo ha sido un pilar en la resistencia contra la tauromaquia, enfrentando tanto la represión como la indiferencia política

En el marco de la Aste Nagusia 2024, Kontxi Reyero destaca como una figura emblemática del movimiento antitaurino en Bilbao. Durante más de dos décadas, Reyero ha mantenido una lucha constante contra la tauromaquia, enfrentando represión, incomprensión social y la indiferencia política. Su compromiso y perseverancia han sido esenciales para el crecimiento del movimiento en Bizkaia, una región con fuertes vínculos a esta tradición.

El inicio de la lucha antitaurina en Bilbao y la evolución del movimiento

Reyero comenzó su militancia en 1998, cuando la sociedad veía a los defensores de los animales como figuras frívolas e incluso extremistas. Durante los primeros años, la lucha se centró en cambiar esa percepción, desafiando a sectores poderosos como el taurino, el cazador y el peletero, que consideraban su activismo como una amenaza directa a sus intereses económicos.

Con el tiempo, el mensaje de Reyero y sus compañeros fue calando en la sociedad, logrando que cada vez más personas rechazaran la tauromaquia como un espectáculo cruel y anacrónico. Hoy en día, la mayoría de la población se opone a estas prácticas. Aunque la tauromaquia sigue siendo sostenida por ciertos sectores políticos y económicos que continúan defendiendo sus intereses a toda costa.

Represión, ley mordaza y decepción política: obstáculos en la lucha antitaurina

Además, la represión ha sido una constante en la trayectoria de Reyero. Desde multas hasta cargas policiales, la resistencia al movimiento antitaurino ha sido implacable. La Ley Mordaza, en vigor desde hace ocho años, ha complicado aún más su labor, restringiendo la libertad de expresión y dificultando la organización de manifestaciones.

A pesar de estas dificultades, el movimiento ha seguido adelante, convencido de que su causa es justa y necesaria. Sin embargo, la decepción con la clase política es evidente. Los partidos progresistas y de izquierda han fallado repetidamente en apoyar de manera efectiva la causa animalista, limitándose a promesas vacías en épocas electorales. En Bilbao, el reciente acuerdo del gobierno municipal para ceder el espacio de Vista Alegre a la tauromaquia por 20 años. Es un ejemplo claro de esta traición a los valores de justicia y compasión que deberían guiar sus acciones.

Sin duda, la manifestación convocada para el 24 de agosto frente a la plaza de toros es una muestra de su determinación. Con el apoyo de la sociedad, Reyero confía en que algún día la tauromaquia será vista con el mismo rechazo que hoy despiertan el racismo, el machismo y otras formas de opresión