14 de noviembre de 2024 | 5:35

Bilbao

La lucha por los árboles de los vecinos de Deusto se recrudece

Laura Rangel Ybarra

1 de septiembre de 2023 | 2:00 pm

Deusto y sus olmos: un descontento en crecimiento

El emblemático barrio de Deusto ha sido escenario de tensiones en los últimos tiempos. Los residentes se encuentran en pie de guerra contra una decisión del Ayuntamiento que ha llevado a la tala de numerosos olmos, árboles que han sido testigos del paso del tiempo y de la historia del barrio.

Un grito unánime: «Salvemos a los olmos»

A lo largo de la avenida Lehendakari Aguirre, antaño sombreada por 128 robustos olmos, ya se observa la ausencia de muchos de estos ejemplares. Según las cifras que manejan los propios vecinos, más de la mitad ya no están. El motivo detrás de esta drástica decisión, según el consistorio, es que los árboles «están enfermos».

Pero los vecinos tienen una perspectiva diferente. Armados con pancartas y voces cargadas de frustración, señalan que la enfermedad documentada en solo tres olmos ha sido usada de manera injusta para justificar la tala masiva.

Vecinos de Deusto amenazan con encadenarse contra la tala de árboles

Más que árboles: un símbolo de comunidad

Los olmos de Deusto no son meros árboles. Representan un legado, una parte integral del paisaje urbano y, lo que es más importante, actúan como pulmones verdes en una ciudad en constante cambio. Marta Fernanz, una de las voces más audibles en contra de la tala, lo expresa con claridad: «No se trata solo de árboles, se trata de nuestro hogar, de nuestra historia».

La sombra de la política

Más allá de la mera tala, los vecinos ven en esta acción una falta de transparencia y diálogo por parte de las autoridades. Sienten que el Ayuntamiento ha sido sordo a sus demandas y preocupaciones. Y no han dudado en señalar la posible conexión entre estas acciones y los próximos comicios electorales.

Acciones extremas en el horizonte

La determinación de los residentes de Deusto es palpable. Las palabras «encadenarse» y «protesta» resuenan con fuerza entre ellos. No se trata solo de salvar a los olmos restantes, sino de enviar un mensaje claro al Ayuntamiento sobre la necesidad de un gobierno transparente y en sintonía con las necesidades y preocupaciones de sus ciudadanos.
La tensión sigue en el aire. Los próximos días serán decisivos para determinar el destino de los olmos restantes y, quizás, para redefinir la relación entre el Ayuntamiento y los ciudadanos de Deusto. Lo que está claro es que el barrio no se quedará de brazos cruzados. Su amor por los olmos y por su historia es más fuerte que cualquier motosierra.

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