26 de junio de 2024 | 2:28

Bilbao

Marquesinas invisibles en los barrios de Bilbao

Es absurdo tener paradas de bus al sol sin árboles.

Jeickson Sulbaran

3 de octubre de 2023 | 2:04 pm

En los animados y coloridos barrios de Bilbao, se entremezcla la vibrante vida de sus habitantes con la rigidez del concreto y el acero de sus imponentes estructuras urbanas. Sin embargo, una cuestión palpita en las arterias de esta metrópolis, yace en las marquesinas, o mejor dicho, en su ausencia. Nos enfrentamos a un dilema que convoca tanto al ámbito del urbanismo como al de la salud y la calidad de vida de los ciudadanos debido al desamparo en las paradas de bus: las “marquesinas invisibles”.

Un Desamparo Luminoso y Caluroso

Una marquesina, por definición, es un refugio que provee cobijo y, en contextos urbanos como las paradas de autobús, asume un papel crucial protegiendo a las personas del sol, la lluvia y otros elementos. Pero, ¿qué sucede cuando las marquesinas son escasas, inadecuadas o directamente ausentes? Aquí, en la piel de los barrios de Bilbao, se siente un desamparo luminoso y caluroso, especialmente durante los veranos radiantes y los inviernos plomizos.

El Perjuicio en la Experiencia del Usuario

Las consecuencias de esta ausencia reverberan en la experiencia diaria del usuario del transporte público, quien, desprovisto de un espacio de resguardo, se ve forzado a improvisar, buscando sombra bajo un árbol cercano o, en algunos casos, resignándose a la espera bajo el inclemente sol. Esto no es solo una cuestión de confort, sino, crucialmente, una cuestión de salud pública y accesibilidad.

La Salud en Juego en las Esperas Soleadas

Las esperas soleadas pueden incrementar los riesgos de insolación y deshidratación, particularmente en personas mayores y niños. El cáncer de piel, impulsado por la exposición prolongada al sol, también entra en el espectro de riesgos, subrayando la urgente necesidad de proporcionar un refugio adecuado en las paradas de autobús.

Impacto Psicológico y Físico en los Ciudadanos

Además, el impacto psicológico y físico de este fenómeno no debe ser subestimado. La frustración, el agotamiento y la incomodidad se traducen en una experiencia negativa que puede disuadir a las personas de utilizar el transporte público, contraviniendo los esfuerzos por promover modalidades de transporte sostenibles y accesibles.

Un Compromiso con la Sombra y el Resguardo

Las soluciones existen y están al alcance de la mano. La implementación de marquesinas en las paradas de autobús, que se integren de manera armónica con el entorno y que provean la necesaria sombra y resguardo, emerge como una estrategia lógica y compasiva.

Arboledas y Tejados Verdes como Opciones Sustentables

No menos importante es considerar soluciones verdes, como la plantación de arboledas en las proximidades de estas paradas o la instalación de tejados verdes en las marquesinas, que además de ofrecer sombra, se convierten en pulmones urbanos, mejorando la calidad del aire y enriqueciendo la biodiversidad local.

Un Llamado a la Acción para el Ayuntamiento de Bilbao

Ante la visible y sensible problemática de las «marquesinas invisibles» en Bilbao, este es un momento propicio para invocar una acción decidida por parte del Ayuntamiento de Bilbao. La administración local, dotada de la autoridad y los recursos para implementar cambios tangibles, se halla en una posición única para transformar la experiencia de los ciudadanos en las paradas de autobús.

Esta intervención no solo debe conceptualizarse como una mejora en la infraestructura, sino como una inversión directa en el bienestar de los ciudadanos y en la promoción de modos de transporte sostenibles y accesibles. La creación de marquesinas, la plantación de árboles y la promoción de áreas sombreadas y resguardadas son pasos concretos y alcanzables que traerán consigo beneficios inmediatos y duraderos para la comunidad.

En definitiva, el desafío de las “marquesinas invisibles” en Bilbao nos convoca a reflexionar sobre cómo la planificación urbana puede y debe ser, sin duda, una proyección de nuestras preocupaciones y cuidados hacia todos los ciudadanos. La sombra y el resguardo no son lujos, sino necesidades fundamentales, y proveerlos es un acto tangible de empatía y responsabilidad. Es imperante que la infraestructura de la ciudad se componga en una sinfonía que resuene con las notas de la consideración, la inclusividad y el compromiso con la salud y bienestar de todos quienes transitan por las arterias de esta pujante ciudad.

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