12 de marzo de 2025 | 6:11

Bilbao

Vox utiliza táctica de Simeone con Euskadi

Mairenis Gómez

11 de marzo de 2025 | 2:45 pm

El uso del lenguaje como provocación en el debate territorial

Vox ha convertido la terminología en un arma política dentro del debate territorial en España. Su insistencia en referirse al País Vasco como «las provincias vascongadas» no es casualidad, sino una táctica calculada con un fuerte mensaje simbólico. Desde su entrada en el Congreso, el partido de Santiago Abascal ha utilizado más de treinta veces este término en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, con el objetivo de reforzar una visión unitaria y tradicionalista de España, en contraposición a la identidad nacionalista vasca.

El concepto de «Provincias Vascongadas» tiene una larga trayectoria histórica y fue ampliamente utilizado en documentos oficiales hasta el siglo XX. Sin embargo, con el auge del nacionalismo vasco, el término «Euskadi» se consolidó como la denominación más extendida para referirse a la comunidad autónoma. Sabino Arana, fundador del PNV, acuñó inicialmente «Euzkadi» para representar una identidad vasca diferenciada, incluyendo los siete territorios históricos. Para Vox, la recuperación de la denominación antigua es una manera de desafiar la identidad vasca y reafirmar su postura sobre la unidad de España.

Un lenguaje que divide y genera reacciones

El uso reiterado de «Vascongadas» ha provocado respuestas contundentes en el Congreso y el Senado. Durante una sesión parlamentaria, Pedro Sánchez ironizó sobre la postura de Abascal, recordando que cuando militaba en el PP vasco, no empleaba ese término. Desde ERC, Gabriel Rufián respondió que “si a Euskadi se le puede llamar Vascongadas, a Madrid se la puede llamar Al Ándalus y no pasa absolutamente nada”.

Pero más allá de la polémica semántica, Vox ha utilizado esta denominación como una herramienta de provocación. En diciembre, un diputado del partido afirmó en el Congreso que “lo más valioso de las provincias vascongadas es ser parte de España, patria común e indivisible”. Esta declaración busca generar reacciones en los grupos nacionalistas y reforzar el discurso de Vox ante su electorado, una estrategia que se ha convertido en una constante dentro de su línea ideológica.

La comparación con Simeone y su táctica frente al Athletic

La estrategia de Vox recuerda a la táctica empleada por Diego Simeone cuando se enfrenta al Athletic Club de Bilbao. El técnico argentino se refiere constantemente al equipo rojiblanco como «el Bilbao», un gesto que, aunque pueda parecer inofensivo, es percibido como una falta de respeto a la identidad del club. Algo similar sucede con Vox y su insistencia en hablar de «Vascongadas», como si Euskadi fuera un territorio sin identidad propia y su denominación oficial no tuviera relevancia.

Desde el PNV y EH Bildu han criticado abiertamente este intento de rebautizar el País Vasco. Jon Iñarritu, diputado de Bildu, ironizó sobre la postura de Vox, diciendo: «Euskal Herria no existe, pero las provincias vascongadas sí. Le ha quedado un poco flojo con ese tono del No-Do». Por su parte, Idoia Sagastizabal, del PNV, corrigió en el Congreso al diputado Juan José Aizcorbe, asegurando: “Por mucho que le fastidie, no son provincias vascongadas, son territorios históricos del País Vasco o de Euskadi, si me lo permite”.

Una estrategia sin impacto real en la sociedad vasca

Vox ha convertido el lenguaje en un campo de batalla ideológico. Su insistencia en recuperar términos en desuso responde a una estrategia premeditada para provocar a los sectores nacionalistas, reafirmar su identidad nacionalista española y diferenciarse del discurso mayoritario en el País Vasco. Sin embargo, fuera de su propio electorado, esta maniobra no ha logrado imponer un cambio real en el uso de la terminología oficial, quedando relegada a un gesto simbólico que genera más rechazo que adhesión.

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