El regreso de los villanos

La historia tiene una forma peculiar de repetirse. Los personajes que una vez fueron considerados villanos regresan al escenario global, en formas y contextos diferentes, pero con una esencia perturbadoramente familiar. Su resurrección en la era moderna es un recordatorio de las sombras que se ciernen cuando la democracia es amenazada.

Villanos Históricos: La Máscara del Mal

Los nombres de Millán-Astray y Goebbels evocan una memoria colectiva de temor, dolor y miseria. Cada uno a su manera, dejó un rastro terrible de sufrimiento que aún hoy resuena en nuestras conciencias. Sus semblantes podrían bien adornar la galería de villanos de Marvel o DC, pero su mal, trágicamente, no estaba confinado a las páginas de un cómic.

Representaban el rostro oscuro de la humanidad, la cara que la mayoría de nosotros preferiría ignorar pero que sigue emergiendo, una y otra vez, en la historia del mundo. Fueron arquitectos de pesadillas, autores de una historia sombría que dejó cicatrices permanentes en la humanidad.

El Espejo de Hoy: Un Sueño Que Se Convirtió en Pesadilla

Hoy, personajes como Abascal, Bolsonaro, Trump y Orbán han tomado el relevo, y con ello, un nuevo tipo de temor se ha instalado. La pesadilla que una vez consumió a Brasil con Bolsonaro, a EEUU con Trump y a Hungría con Orbán, amenaza con repetirse en España con Abascal.

Su sueño es la conquista del Estado, un sueño que podría convertirse en la pesadilla de millones de personas. Este no es el fascismo del siglo XX, marcado por botas y puños alzados. Este es un fascismo más sutil, más insidioso, disfrazado de ultraliberalismo, de nacionalismo, de xenofobia, de machismo y de fundamentalismo religioso.

El desafío que enfrentamos es el de reconocer esta nueva cara del mal, de llamarla por su nombre y de enfrentarla con la única arma que tenemos: el voto.

La Única Defensa: La Democracia en Acción

El 23-J es más que una fecha. Es un llamado a la acción, una convocatoria para que cada ciudadano demócrata se ponga de pie y haga valer su voz. No podemos darnos el lujo de quedarnos en casa, de ceder nuestro poder, de permitir que la historia se repita sin oponer resistencia.

Los votos son el baluarte contra el avance del nuevo fascismo, el escudo que nos protege de la sombra del pasado que se cierne sobre el presente. Porque si hay algo que la historia nos ha enseñado, es que los villanos pueden ser vencidos.

Pero solo si nos unimos. Solo si votamos. Solo si recordamos que la democracia es, y siempre será, nuestra mejor defensa.