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Bizkaia

Ertzaintza: La línea invisible entre el deber y el desdén en casos de violencia de género

María José Gonzalez

7 de junio de 2023 | 6:30 pm

La Ertzaintza, en el ojo del huracán. Denuncias por violencia de género rechazadas y una aparente indiferencia ante el problema. Estos son los aspectos que recientemente ha sacado a la luz el Ararteko, cuestionando seriamente el compromiso y la diligencia de la policía autónoma vasca en estos casos tan sensibles.

La gravedad de las acusaciones

La gravedad de las acusaciones no puede ser subestimada. Se ha puesto de manifiesto que la Ertzaintza, y también algunas policías locales, han rechazado tramitar denuncias por violencia de género. Según Manu Lezertua, el Ararteko, estos hechos son «especialmente graves». El Ararteko, la voz independiente que vela por los derechos y libertades de los ciudadanos en Euskadi, ha tenido que intervenir.

Además de lo sorprendente de esta revelación, lo más impactante es la claridad con la que la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que «no se puede rechazar una denuncia, salvo en casos muy tasados». Así que, la cuestión no es solo moral, sino también legal.

Una receptividad y sensibilidad ausentes

La receptividad y sensibilidad que deberían caracterizar a los encargados de recibir estas denuncias parece haberse esfumado. Lezertua se refirió a casos en los que la respuesta de la Ertzaintza a la hora de recibir estas denuncias no ha sido apropiada, y la criticó por ir en contra de la ley. Este tipo de actitudes son especialmente graves en relación con las denuncias por violencia de género.

En un caso citado por el Ararteko, el comportamiento de la Ertzaintza en una denuncia de agresión sexual a una menor en Gasteiz fue inapropiado, e incluyó comentarios que Lezertua consideró improcedentes. La agresión sexual a una menor es, evidentemente, un delito, pero parece que la Ertzaintza no estuvo a la altura de las circunstancias en este caso.

Un silencio inquietante

El silencio de la Ertzaintza frente a esta situación es preocupante. Según el Ararteko, no han recibido aclaraciones por parte del Departamento de Seguridad de Lakua, a pesar de que se anunció en sede parlamentaria que se pedirían. El Ararteko considera este silencio como una no aceptación de las recomendaciones que se formularon en su día. Esto pone en evidencia una falta de voluntad por parte de la Ertzaintza para abordar estas cuestiones con la seriedad que merecen.

Un clamor por el cambio

Es evidente que es necesario un cambio en el enfoque de la Ertzaintza. El papel de la Ertzaintza es esencial en el proceso de lucha contra la violencia de género. Su función no se limita a cumplir con el procedimiento legal, sino que también tiene la responsabilidad moral de ofrecer un apoyo efectivo a las víctimas de este tipo de delitos.

En definitiva, las denuncias no pueden ni deben ser rechazadas, y mucho menos en casos de violencia de género. La Ertzaintza tiene el deber de servir y proteger a todos los ciudadanos de Euskadi, y esto incluye a las víctimas de violencia de género. Deben escuchar sus voces y darles el apoyo que necesitan. La indiferencia no es una opción.

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