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Bizkaia

Euskadi y la fibromialgia: una realidad invisible para 90,000 personas

Euskadi y la fibromialgia una realidad invisible para 90,000 personas

María José Gonzalez

10 de mayo de 2024 | 11:00 am

Euskadi enfrenta un reto considerable en la atención y reconocimiento de la fibromialgia

Una enfermedad que impacta a 90,000 de sus habitantes, especialmente mujeres, y que se caracteriza por dolor generalizado y puntos específicos de dolor. Este 12 de mayo, Día Internacional de la Fibromialgia, es una oportunidad para aumentar la conciencia y comprensión sobre esta condición crónica, buscando mejorar el apoyo y los recursos disponibles para los afectados.

La fibromialgia, a menudo descrita como una enfermedad invisible, afecta a casi el 2% de la población global, y en Euskadi, esta cifra alcanza a cerca de 90,000 personas. La prevalencia en mujeres entre los 30 y 50 años es particularmente alta, constituyendo hasta el 90% de los casos diagnosticados. A pesar de su alta incidencia, la fibromialgia sigue siendo una de las condiciones más desafiantes de diagnosticar debido a la diversidad de sus síntomas y su naturaleza esencialmente invisible.

Es una prioridad de salud que necesita visibilidad y acción

Dada su naturaleza compleja, la fibromialgia requiere un enfoque multifacético en su tratamiento. Los «puntos gatillo» que se mencionan en el diagnóstico son solo la punta del iceberg de una serie de síntomas que incluyen fatiga extrema, problemas de sueño y efectos psicológicos severos como ansiedad y depresión. La gestión del dolor es un desafío constante y se hace mediante una combinación de medicación, terapia física y apoyo psicológico.

Euskadi y la fibromialgia una realidad invisible para 90,000 personas

La carga que esta enfermedad impone a los individuos es enorme. No solo tienen que lidiar con el dolor persistente y la fatiga, sino también con el escepticismo de la sociedad y a veces incluso del personal médico, debido a la falta de marcadores biológicos claros y pruebas diagnósticas definitivas. Este escepticismo frecuentemente prolonga el sufrimiento al retrasar el diagnóstico adecuado y el tratamiento efectivo.

Una aproximación integral es esencial para mejorar la vida de los afectados

Es crucial que la sociedad, los sistemas de salud y los legisladores reconozcan y actúen ante la fibromialgia no solo como un desafío médico, sino también social. El desarrollo de políticas de salud que promuevan una mayor investigación y mejores prácticas de diagnóstico y tratamiento puede marcar la diferencia en las vidas de miles de personas. Además, la educación y la sensibilización son fundamentales para cambiar la percepción pública de la enfermedad.

El apoyo no debe limitarse al ámbito médico. La inclusión de programas de apoyo psicológico y grupos de autoayuda puede proporcionar el soporte emocional que los pacientes necesitan para manejar su enfermedad. Empoderar a los pacientes a través de la educación sobre su condición y las estrategias de manejo del dolor también es una pieza clave del puzzle.

La fibromialgia no solo afecta a quienes la padecen, sino también a sus familias y al sistema de salud en general. A medida que avanzamos hacia una mejor comprensión de esta compleja condición, es imperativo que todos los actores involucrados —desde profesionales de la salud hasta responsables políticos— trabajen juntos para garantizar que los afectados no tengan que enfrentar su dolor en soledad.

Finalmente, en este Día Internacional de la Fibromialgia, es momento de reflexionar sobre las acciones que se están llevando a cabo y las que aún están pendientes. Solo así podremos garantizar que la fibromialgia deje de ser una enfermedad invisible en Euskadi y en el resto del mundo.

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