Garriko riñonera: Dinero a buen recaudo este año en San Fermín

Un emprendimiento vasco

Abel Lafuente, un innovador de 48 años, y su esposa Scartett Guadamuz, de 37, están trabajando a destajo para pulir los detalles de su nueva tienda en la calle Mayor de Pamplona. Una cabeza de toro decora la pared principal del local, donde los primeros maniquíes ya lucen trajes rojiblancos con camisetas diseñadas por Lafuente y sus innovadoras riñoneras atadas a la cintura.

Redefiniendo la riñonera de San Fermín

El año pasado, esta pareja de emprendedores hizo un ensayo con las riñoneras, y este año ya han lanzado el producto oficialmente. No se trata de cualquier riñonera, sino de una versión perfeccionada y estilizada, creada después de un riguroso estudio de tejidos para garantizar un producto de alta calidad, capaz de resistir las exigencias de las fiestas de San Fermín.

Las riñoneras, patentadas por Lafuente, cuentan con dos compartimentos con cremalleras, espacio para un teléfono móvil, tarjetas de crédito o dinero y un lugar para las llaves. Además, existe la opción de incluir una tarjeta inteligente que bloquea las señales de RFID o NFC, protegiendo las tarjetas de bancos, autobús y fidelización de lecturas y escaneos no autorizados.

Protección contra el robo de datos

«El sistema lleva mucho tiempo existiendo, pero la gente no es consciente de que, en situaciones de multitudes, este tipo de robos de información son muy comunes. Por eso, es necesario protegerse», señala Lafuente. La riñonera básica se vende por 15 euros, y por 5 euros más, se incluye el sistema de protección de tarjetas.

Un espíritu creativo

Esta riñonera es solo el primer producto de muchos que Lafuente tiene en mente lanzar. Para él, inventar y diseñar se han convertido en un estilo de vida. La pandemia fue el catalizador para la creación de su empresa de diseño de productos, Aglaya Creativos, que se dio a conocer por sus mascarillas personalizadas, que incluyen la nariz y la boca basadas en imágenes reales de los clientes.

Una historia de innovación y ayuda

Antes de la pandemia, Lafuente vivió y trabajó en Nicaragua para la Cruz Roja durante una década. Durante su estancia allí, junto a una compañera, desarrolló una herramienta para combatir el miedo que sufren los niños durante los terremotos. Crearon dos personajes animados, ‘Sismote y Temblorina’, que se convirtieron en íconos de América Latina y aún aparecen en muchos libros de texto.

Lafuente no es nuevo en el ámbito de las innovaciones para San Fermín. Es posible que algunos lectores recuerden ‘El Incordión’ y las fiestas alternativas que organizaba cada 8 de julio a bordo de un autobús o en una torre móvil con música en directo. «Empecé cantando con dos amigos y un acordeón a la hora del vermú, y se convirtió en una fiesta multitudinaria muy divertida. Pero ahora ya soy padre y estoy en otra etapa», dice Lafuente, prometiendo al mismo tiempo nuevas sorpresas en su tienda en la calle Mayor.