Justicia en Amorebieta: Ratifican condena a menores por intento de asesinato a Alexandru

En un caso que ha conmocionado a la sociedad vizcaína, la Audiencia Provincial de Bizkaia ha confirmado la condena por intento de asesinato con alevosía a ocho menores. Los jóvenes fueron implicados en la brutal paliza que dejó a Alex Ionita con secuelas irreversibles en julio de 2021.

Confirmación de la Sentencia

La sentencia original impuso entre 3 y 6 años de internamiento cerrado a estos menores, quienes, junto a otros ocho mayores de edad, participaron en la agresión. El tribunal ha desestimado los recursos de seis de estos menores, reafirmando su culpabilidad en el delito de asesinato con alevosía en grado de tentativa.

El propósito de estos jóvenes de acabar con la vida de Ionita ha sido declarado «innegable» por el tribunal, subrayando la extrema violencia ejercida después de acorralar a la víctima.

Secuelas Irreversibles

Tras la agresión, Ionita ingresó en coma al hospital de Cruces, logrando sobrevivir pero con lesiones que han dejado importantes secuelas cerebrales. Actualmente, Ionita recibe tratamiento en una clínica de Barcelona, donde ha conseguido dar sus primeros pasos.

Rechazo a los Recursos de Apelación

Los recursos de apelación presentados pretendían negar la participación de los menores en el delito de asesinato, alegando la falta de participación efectiva de cada uno de ellos en la agresión. Asimismo, cuestionaban la «desproporción» de las medidas de internamiento impuestas.

Sin embargo, la Audiencia Provincial recalcó que cada uno de estos menores propinó golpes sobre la víctima, detallando con precisión la naturaleza de estos ataques. Respecto a uno de los menores, se ha constatado su «brutalidad extrema», perseguir a la víctima portando una botella hasta alcanzarle y golpearle en la cabeza.

Contribución al Resultado Lesivo

En conclusión, el tribunal confirmó que «no cabe duda de que los menores condenados participaron como coautores en la agresión sufrida por la víctima». Se ha acreditado que todos, sin excepción alguna, golpearon a la víctima de un modo u otro, y que todos tuvieron una contribución al resultado lesivo.

Este caso, además de ser una tragedia individual para Ionita y su familia, ha dejado una huella imborrable en la sociedad vizcaína, enfatizando la necesidad de abordar la violencia juvenil y las consecuencias devastadoras que puede tener en la vida de las personas.