6 de enero de 2025 | 11:44

Bizkaia

La AP-68 vuelve a subir sus peajes en 2025

Las autopistas AP-68 y A-8 convergen cerca de Malmasín sin un enlace directo

Mairenis Gómez

4 de enero de 2025 | 10:37 am

Los usuarios de Bizkaia critican el impacto económico y reclaman medidas de alivio

La autopista AP-68, una de las principales vías que conecta Bizkaia con otras regiones, vuelve a protagonizar titulares este 2025 con una nueva subida de sus tarifas de peaje. Este incremento afecta directamente a los vizcaínos que utilizan la autopista para desplazamientos frecuentes hacia Vitoria-Gasteiz, Logroño o Zaragoza. Aunque se mantiene la esperanza de una futura gratuidad, las soluciones siguen siendo inciertas, generando un creciente malestar entre los usuarios.

Aumento de tarifas y su impacto en Bizkaia

El trayecto entre Bilbao y Vitoria-Gasteiz ahora cuesta 6,70 euros, un aumento de 0,20 euros respecto al precio de 2024, que era de 6,50 euros. Aunque el incremento puede parecer menor, desde 2017, cuando el peaje costaba 5,40 euros, la tarifa ha subido en 1,30 euros en apenas ocho años. Para los vizcaínos que dependen de la AP-68 para viajes laborales, familiares o de ocio, este aumento constante supone una carga económica significativa.

La autopista es una vía clave para quienes residen en municipios como Bilbao, Basauri o Durango, lo que agrava el impacto en una provincia que ve en la AP-68 una conexión estratégica. Sin embargo, los conductores vizcaínos critican que el aumento no vaya acompañado de mejoras sustanciales en la infraestructura o bonificaciones efectivas.

Los vizcaínos reclaman soluciones y gratuidad

El descontento entre los usuarios vizcaínos es palpable, especialmente entre quienes usan la AP-68 como parte de su rutina diaria o semanal. Las subidas acumuladas han generado un clamor creciente por la gratuidad de la autopista, siguiendo el ejemplo de otras vías que han eliminado sus peajes en los últimos años.

Aunque las Diputaciones Forales de Bizkaia y Álava mantienen negociaciones sobre esta posibilidad, no se ha llegado a un acuerdo definitivo, dejando a los vizcaínos con la sensación de que sus necesidades no se están atendiendo con la rapidez requerida. Además, las ayudas disponibles no han logrado aliviar el impacto en los bolsillos de los usuarios, que consideran que estas medidas son insuficientes.

Un modelo de gestión bajo escrutinio

La AP-68 sigue siendo un ejemplo del debate en torno a la gestión de las infraestructuras de transporte en Bizkaia y el resto del Estado. Los vizcaínos no solo enfrentan un aumento en los costos, sino que también cuestionan si el modelo actual es sostenible o equitativo para los usuarios frecuentes.

Con cada incremento, crece la presión para encontrar una solución que no solo alivie el impacto económico, sino que también garantice una accesibilidad justa para todos los conductores de Bizkaia. Mientras tanto, los usuarios vizcaínos tendrán que seguir enfrentándose a peajes cada vez más altos, sin una solución clara en el horizonte.

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