Tranquilidad en el centro de menores de Sopuerta

Desde el 24 de mayo, el centro de menores de Sopuerta ha recuperado la calma gracias al traslado de algunos menores con problemas de conducta

El traslado de algunos menores que presentaban problemas de conducta ha permitido recuperar la normalidad en el citado equipamiento. Desde el pasado 24 de mayo, el centro de menores de Sopuerta ha experimentado una notable mejoría en la convivencia interna, eliminando cualquier incidente que había perturbado la tranquilidad del lugar.

La diputada de Acción Social, Amaia Antxustegi, ha respondido en Juntas Generales a las preguntas de los populares que “desde el pasado 24 de mayo no se ha registrado ningún incidente ni problema convivencial”. Este cambio ha sido posible gracias a un esfuerzo conjunto y coordinado entre las autoridades y el equipo del centro, quienes han trabajado incansablemente para garantizar un ambiente seguro y estable para los menores.

Protocolos y equipos multidisciplinares para el bienestar de los menores

La responsable foral ha dejado claro que existe un protocolo “específico” para los menores que ocupan el centro. Este protocolo está diseñado para abordar las necesidades individuales de cada menor, ofreciendo un apoyo integral a través de un equipo multidisciplinar. Este equipo está capacitado para “preparar la emancipación de jóvenes de entre 14 y 18 años”, asegurando que cada joven reciba la atención y orientación necesarias para una transición exitosa hacia la vida adulta.

El equipo multidisciplinar incluye profesionales de diferentes áreas, como psicólogos, educadores, y trabajadores sociales, quienes colaboran estrechamente para desarrollar planes personalizados para cada menor. Esta atención personalizada es crucial para abordar los problemas de conducta y fomentar un desarrollo saludable y equilibrado.

Evolución positiva y satisfacción en la gestión del centro

Amaia Antxustegi ha valorado “positivamente” este recurso y ha mostrado su “satisfacción por la evolución de los menores”. La evolución positiva de los menores no solo refleja la efectividad de los protocolos y el equipo multidisciplinar, sino también el compromiso y la dedicación de todo el personal del centro. Este compromiso se traduce en un entorno más armonioso y propicio para el crecimiento y desarrollo de los jóvenes.

La satisfacción expresada por Antxustegi es compartida por muchos de los que trabajan en el centro, quienes han visto de primera mano las mejoras en el comportamiento y la actitud de los menores. Estos avances no solo benefician a los jóvenes, sino que también contribuyen a una comunidad más segura y cohesionada.

En el centro de menores de Sopuerta ha logrado recuperar la tranquilidad y estabilidad, demostrando que con el apoyo adecuado y protocolos bien implementados, es posible transformar situaciones desafiantes en oportunidades de crecimiento y desarrollo positivo para los jóvenes.