21 de noviembre de 2024 | 1:01

Bizkaia

Vecinos de Astrabudua contra la discoteca Sonora: el conflicto sigue sin resolverse

En Bilbao, porteros de discoteca enfrentan denuncias por lesiones tras pelea

Mairenis Gómez

21 de noviembre de 2024 | 8:35 am

Una polémica que enfrenta el ocio nocturno y la convivencia vecinal

La discoteca Sonora, situada en Astrabudua, se encuentra en el centro de una fuerte controversia debido a las reiteradas quejas de los vecinos. Los residentes denuncian altercados nocturnos, ruido hasta altas horas de la madrugada y un entorno marcado por la suciedad tras los fines de semana. Mientras tanto, el propietario del local, Diego Maestre, defiende los esfuerzos realizados para minimizar el impacto y asegura que las restricciones del Ayuntamiento han limitado la implementación de soluciones definitivas.

“Hemos hecho todo lo posible”, asegura el propietario

Desde su apertura, la Sonora ha adoptado diversas medidas para reducir las molestias. Entre ellas, instalación de cámaras de seguridad y sistemas de iluminación en los alrededores, además de limpiar las calles cercanas después de las noches de mayor actividad. Según Maestre, estas acciones muestran el compromiso del local con la convivencia.

Sin embargo, el empresario lamenta que varias de sus propuestas hayan sido rechazadas por el Ayuntamiento de Erandio. “En su momento, colocamos un cercado para evitar que la gente hiciera botellón en los alrededores, pero nos lo prohibieron”, explica. También destaca que no se ha permitido habilitar una terraza para mantener a los clientes en un espacio controlado. “Si no pueden quedarse dentro, salen a la calle. ¿Qué hacemos entonces?”, señala con frustración.

Vecinos hartos: denuncian incivismo y abandono municipal

Por otro lado, los residentes de Astrabudua expresan su creciente descontento con la situación. Relatan noches marcadas por ruidos, altercados y un entorno deteriorado por la basura, lo que ha convertido los fines de semana en un verdadero problema para la calidad de vida en la zona.

Los vecinos exigen respuestas del Ayuntamiento y han intensificado su presión en los medios locales. Frases como “¿Por qué tenemos que soportar que ensucien nuestro pueblo?” o “¿Por qué el Ayuntamiento no actúa?” son recurrentes en las redes sociales, reflejando su hartazgo.

Además, denuncian que la gestión municipal ha sido insuficiente. A pesar de la presencia de la Ertzaintza y los intentos de diálogo entre las partes, no se han implementado soluciones efectivas.

Colaboración limitada con las autoridades

Diego Maestre asegura que la discoteca Sonora ha mantenido una relación de cooperación con las autoridades locales y con la Ertzaintza para gestionar los problemas relacionados con el local. No obstante, insiste en que las restricciones municipales han frenado alternativas más eficaces para reducir las molestias.

“No estamos ignorando las quejas; todo lo contrario. Hemos hecho esfuerzos significativos, pero cuando no se nos permite desarrollar nuevas medidas, nuestras posibilidades de acción se ven muy limitadas”, concluye el propietario.

Un conflicto que no encuentra solución

El caso de la discoteca Sonora plantea el eterno dilema entre el ocio nocturno y la convivencia vecinal. Mientras los vecinos exigen medidas contundentes para recuperar la tranquilidad de la zona, el propietario defiende su compromiso con minimizar el impacto del negocio. En este choque de intereses, el Ayuntamiento de Erandio deberá encontrar un equilibrio que garantice tanto el derecho al descanso como el desarrollo de actividades económicas.

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