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Deportes

La tortura de Iker Muniain

Mairenis Gómez

12 de abril de 2024 | 7:54 am

El navarro se erigió único protagonista de La Gabarra sin soltar el micrófono al más puro estilo «choni» como apuntan muchos athleticzales en las redes sociales

En la celebración del Athletic Club por la conquista de la Copa del Rey, Iker Muniain, el capitán del equipo, asumió un rol protagónico que ha dividido opiniones. Asumiendo un papel similar al de Pepe Reina en las celebraciones de la selección española, Muniain lideró el evento con una serie de actuaciones que, aunque pretendían ser festivas, no fueron del agrado de todos los presentes.

La elección de Muniain como maestro de ceremonias en un momento tan crucial para el club ha sido cuestionada no solo por la afición sino también por comentaristas deportivos, quienes consideran que el estilo de Muniain no representa adecuadamente los valores tradicionales del Athletic Club. Durante la celebración, el jugador no solo retuvo la copa constantemente, sino que también se lanzó a un monólogo lleno de chistes y comentarios que muchos encontraron de mal gusto.

Contexto de la celebración

El Athletic Club, tras una espera de 40 años, revivió la tradición de la gabarra para celebrar su victoria en la Copa del Rey. Este histórico evento atrajo a cientos de miles de seguidores, creando una atmósfera de euforia colectiva. Sin embargo, la actuación de Muniain ha planteado interrogantes sobre la idoneidad de sus intervenciones en eventos de tal magnitud.

Muniain ez da gure estiloa

Muniain, conocido por su carisma dentro y fuera del campo, tomó el micrófono para presentar de manera individual a cada uno de sus compañeros, intercalando comentarios personales que variaban en tono y contenido. A continuación, algunos ejemplos destacados:

  • Unai Simón: Celebrado como el «mejor portero del mundo», aunque con bromas que aludían a su consumo de vino, lo que podría interpretarse como una falta de respeto ante un logro profesional.
  • Dani Vivian y Aitor Paredes: Introducidos con comparaciones jocosas a figuras de acción y personajes teatrales, en un intento de aligerar el ambiente que para algunos rayó en lo pueril.
  • Yeray Álvarez: Descrito de manera poco convencional que resaltaba su fortaleza física pero que tocaba aspectos personales delicados.
  • Iñaki Williams: Presentado con múltiples apodos, en un tono que buscaba celebrar su velocidad y dedicación, aunque el enfoque en su herencia y viajes rápidos a Ghana fue visto por algunos como reduccionista.

La mezcla de humor y homenaje personal no logró el efecto deseado, ya que varios comentarios fueron recibidos con silencios incómodos o risas forzadas. La prensa local y las redes sociales han sido especialmente críticas, argumentando que Muniain podría haber optado por un enfoque más inclusivo y respetuoso.

Evaluación crítica

La «tortura» mencionada se refiere no solo a la percepción del público respecto a la intervención de Muniain, sino también al malestar visible de algunos jugadores durante la celebración. Esta situación ha reavivado debates sobre la capacidad de los futbolistas de manejar roles que van más allá del desempeño deportivo, especialmente en contextos que requieren un equilibrio entre el entretenimiento y la representación digna de un club con la estatura histórica del Athletic.

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